PONTEVEDRA, 24 May. (EUROPA PRESS) -
La Sección Segunda de la Audiencia de Pontevedra ha vuelto a suspender este miércoles el juicio contra una red acusada de introducir cuatro toneladas de cocaína a través de la ría de Arousa en la madrugada del 28 de marzo de 2020, dos semanas después de que fuese declarado el estado de alarma por la crisis sanitaria provocada por el covid-19.
De nuevo, en el banquillo de los acusados faltó uno de los nueve procesados, D.D.R., que el pasado lunes sufrió un accidente de tráfico cuando se dirigía a la audiencia, lo que obligó a aplazar el juicio hasta hoy miércoles.
En esta ocasión, su abogada presentó un informe de una clínica privada que diagnosticaba que el acusado sufre un esguince cervical y que precisa "reposo absoluto durante 72 horas", aunque el presidente del tribunal reclamó el parte de alta del centro hospitalario que le atendió en primer lugar y propuso que comparezca telemáticamente para poder empezar la vista oral.
El fiscal antidroga, Pablo Varela, también ha solicitado que un médico forense examine a este acusado para saber si está en condiciones de asistir al juicio.
Para estudiar todas estas cuestiones los magistrados han suspendido la sesión durante una hora. En ese tiempo, un médico forense del Imelga (Instituto de Medicina Legal de Galicia) acudió a la casa de este acusado en Vilanova de Arousa y confirmó el diagnóstico y determinó que cumplidas esas 72 horas de descanso el procesado podrá asistir al juicio.
Así pues, el tribunal tomó la decisión suspender el juicio y señalarlo de nuevo para el próximo miércoles día 31 de mayo.
ACUSACIONES
El fiscal pide para el supuesto jefe de la organización, el vilagarciano Carlos Silla, una condena de 18 años de prisión. Para los otros ocho acusados, el Ministerio Público solicita penas de trece años y medio de prisión. Todos los acusados también se enfrentan a multas de 300 millones de euros cada uno.
La operación fue abortada por las unidades antidroga de la Guardia Civil, la Policía Nacional y el Servicio de Vigilancia Aduanera después de una persecución de dos planeadoras de gran potencia cargadas con multitud de fardos de cocaína que acababan de desembarcar desde el velero 'Benirrás'.
Una de las lanchas llegó con 72 fardos de cocaína a la playa de Barreiriño, en O Grove, y la otra fue localizada en el islote de Airós cuando sus tripulantes intentaban fondear los fardos huyendo a toda velocidad.
La embarcación fue localizada posteriormente en la desembocadura del Umia y la Policía logró recuperar otros 72 fardos de droga, aunque no halló a sus tripulantes.
Tal y como reconoció el fiscal Pablo Varela "no ha sido posible identificar a todos los sujetos implicados en esta compleja actividad criminal".
El velero Benirrás fue hundido frente a las costas de A Guarda por sus tres tripulantes que llegaron a tierra en una zodiac auxiliar.