OURENSE 28 Sep. (EUROPA PRESS) -
La Audiencia Provincial de Ourense ha condenado a once años de prisión a un hombre de 41 años por abuso sexual continuado, al considerar probado que mantuvo relaciones sexuales con la hija menor de su compañera sentimental. Además, el acusado no podrá acercarse a menos de 500 metros de la menor, su domicilio o lugar de estudio durante quince años.
La sentencia hecha pública este jueves también prohíbe al condenado comunicarse con la víctima durante 15 años y le ordena indemnizarla con 15.000 euros, más los intereses legales, en concepto de responsabilidad civil.
El hombre tendrá que afrontar el pago de 815,34 euros al Sergas por gastos de asistencia médica a la menor; así como la cantidad de 1.000 euros a la Administración del Estado, correspondientes a la ayuda provisional para tratamiento terapéutico de la víctima. Además, tendrá que afrontar el pago de las costas, incluida la acusación particular.
La sentencia aprecia "continuidad delictiva" en los hechos enjuiciados, por cuanto el acusado "actuó siempre con el mismo dolo unitario de satisfacer sus deseos libidinosos" y "sobre la misma víctima", que entonces era menor de edad, "aprovechando idénticas ocasiones" de encontrarse a solas con ella.
LA VÍCTIMA MANTUVO SIEMPRE LA MISMA VERSIÓN
El dictamen judicial destaca que la víctima "viene manteniendo" desde el primer momento "idéntica versión de lo ocurrido, sin contradicciones": que el acusado aprovechaba cuando ambos estaban solos para "prodigarle besos y caricias íntimas" en distintas partes del cuerpo antes de desnudarla y penetrarla.
El primer abuso se produjo en septiembre de 2012, cuando la menor tenía doce años y el hombre estaba saliendo con su madre. Acabada la relación sentimental con su madre, el hombre siguió manteniendo contacto con la vivienda, donde se instalaría a partir de abril de 2013.
Desde esa fecha y hasta el mes de septiembre, el condenado aprovechaba los momentos en los que la menor se quedaba sola en casa para abusar sexualmente de ella, "al menos una vez por semana", según relató la víctima durante el juicio.
El fallo considera que esta declaración "resulta debidamente corroborada" por una tía de la menor, que relató cómo la madre descubrió lo que estaba pasando a raíz de unas notas que el acusado había dejado a la víctima y en las que "se pone de manifiesto que entre ambos existía una relación".
Durante el juicio, el hombre negó ser el autor de dichas notas, aunque en el momento de prestar declaración en calidad de imputado sí asumió su autoría y contenido.
La sentencia también se basa en la contundencia de las periciales de psiquiatría que, señala, "ponen de manifiesto la alta credibilidad del relato de la menor en torno a los abusos sufridos".
Fiscalía había solicitado en un primer momento 14 años de prisión y la acusación particular 15 años. La defensa había solicitado la libre absolución del acusado por considerar que se trataba de una denuncia falsa.
Este último extremo ha sido desmentido también por la propia sentencia, que señala que "la menor carecía de ningún motivo de resentimiento" con su agresor y que "no ha obtenido ganancia alguna" con la denuncia, sino que ha tenido que afrontar un cambio de vida.