A CORUÑA 28 Oct. (EUROPA PRESS) -
El padre de Samuel Luiz, Maxsoud Luiz, ha ratificado que su hijo nunca tuvo un problema cuando salía por la noche. "Nunca bebió, no le gustaba estar en peleas", ha expuesto, muy emocionado y con lágrimas, en una nueva sesión del juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de A Coruña con Tribunal del Jurado.
"Me quitaron a quien más amaba", ha sentenciado para incidir en que lo que hicieron con él fue "odio". "Ni a un perro se le deja tirado en una cuneta".
Así lo ha explicado en una nueva vista con testificales, en las que tras renunciar partes personadas a algunos de los testigos, empezó el testimonio del padre de la víctima, fallecida tras una paliza mortal en la madrugada del 3 de julio de 2021 en el paseo marítimo coruñés.
"Le enseñé valores porque en mi casa yo no los aprendí", ha incidido para asegurar que Samuel, que trabajaba y estudiaba, era "su mejor amigo". "Nadie puede hablar mal de mi hijo, era un ejemplo de educación".
"ME QUITARON UN BRILLO"
Cuestionado por la fiscal que supuso la muerte de su hijo, ha dicho: "Me quitaron a quien más amaba, me quitaron un brillo que había en nosotros". "Nos quitaron todo, como a cualquier padre o madre cuando se arranca un hijo pierde el rumbo", ha añadido.
"No estoy aquí para juzgar, aquí hay muchas familias destrozadas, hay muchas", ha apuntado para recalcar que él no nació para "juzgar" sino para estar en una iglesia, en relación a la que pertenece, "para ayudar a la gente". "Mi hijo tenía valores y lo que hicieron con mi hijo fue odio, ni a un perro se le deja tirado en una cuenta y ahí estuvo, tirado". "Me robaron a mi hijo", ha señalado en otra parte de su testifical y entre lágrimas.
Todo ello con críticas, además, a los medios de comunicación. "Las imágenes que salen están matando al amor de mi vida", ha aseverado sobre la madre de la víctima. "Yo no vendo a mi hijo", ha apostillado sobre lo que le ofrecieron por salir en ellos. En cuanto a la condición sexual de Samuel, ha precisado que no solo lo sabía por su vestimenta sino "por las cosas que encontró en casa". Todo ello sin preguntas de los abogados de la defensa.
PENAS
Los acusados -- Diego M.M., Catherine S.B., Kaio A.S.C., Alejandro M.R. y Alejandro F.G. -- se enfrentan a penas que oscilan entre los 22 y los 27 años de cárcel por asesinato con enseñamiento y alevosía.
A los dos primeros, las acusaciones les imputan agravante de discriminación por orientación sexual de la víctima y al tercero se le añade el presunto robo con violencia del móvil de Samuel. Las defensas, por su parte, solicitan la absolución.
"Vio y presenció", ha dicho el letrado de Diego M.M., a la entrada a la Audiencia, sobre su cliente al que las acusaciones y algunos de los testimonios aportados ya en el juicio lo sitúan como la persona que inició la agresión y también lo golpeó posteriormente, con insultos de 'maricón de mierda'.
De Alejandro F.G., han dicho algunos que era la persona que agarraba a la víctima por el cuello mientras que de Kaio A.S.C. algún testigo ha manifestado que le vio cargando la pierna para lanzar una patada, sin confirmar si la llegó a dar.
Esto en un juicio con renuncia de testigos por alguna de las partes y con petición de las acusaciones para que uno de los testigos, que no compareció en otra jornada, se le traiga por parte de las fuerzas policiales tras ratificar que estaba en Francia "cuidando de su abuelo en el hospital" y que no acudiría, pese que ya se le había comunicado la imposición de una sanción de 600 euros por no asistir con anterioridad. Finalmente, la magistrada acordó adoptar esta medida.