Deja la secretaría xeral tras 16 años el líder de la organización nacionalista, que ve "difícil" la unidad con los sindicatos estatales
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 22 May. (EUROPA PRESS) -
El secretario de organización de la CIG en los últimos cuatro años, Paulo Carril, encabeza la candidatura "unitaria" para la nueva ejecutiva confederal que elegirá la central nacionalista en su VII congreso, este sábado 27 y domingo 28 de mayo en Santiago.
De este modo, y aunque hasta 48 horas antes del inicio del cónclave se pueden presentar candidaturas, Carril previsiblemente sucederá a Suso Seixo, al frente de la CIG durante los últimos 16 años.
Paulo Carril pasó a ocupar la Secretaría de Organización de la CIG en 2013, tras 12 años como secretario comarcal en A Coruña --precisamente desde 2001, momento en el que arrancó el primer mandato de Seixo--.
En rueda de prensa junto a la secretaria de Mulleres de la CIG, Margarida Corral, y el responsable de Comunicación, Francisco Miranda Vigo, Suso Seixo ha presentado el congreso que tendrá por lema 'Coa CIG somos máis fortes'. Tras pactarse la candidatura de Carril, ha señalado que no se prevén sorpresas.
NUEVA HUELGA GENERAL
La central pretende, según ha subrayado Seixo, remarcar la idea de que "se está agudizando la lucha de clases" pese a que "se fomente el individualismo y la insolidaridad" en un contexto en el que "el neoliberalismo" transmite que las clases "ya no existen".
Los documentos que debatirá la organización este fin de semana recogen ideas como que en su opinión se dan las circunstancias para la convocatoria de una nueva huelga general y críticas al modelo socioeconómico del estado español y de la Unión Europea (UE).
A pesar de la nueva configuración en el Congreso de los Diputados, y la presencia de fuerzas de izquierda, "no se está haciendo nada" para echar abajo las "políticas regresivas" de los últimos años en el apartado laboral.
"COMPADREO Y ENTREGUISMO"
"No vale cualquier sindicato", ha advertido Suso Seixo, entre reproches a UGT y CC.OO., a los que ha acusado de "no promover la contestación y la movilización". Al contrario, a su juicio, las organizaciones de ámbito estatal "siguen la política de colaboración, compadreo y entreguismo al poder político".
Por ello, ha visto que la unidad, si bien desde un punto de vista "teórico" sería algo de "necesidad", es "difícil" cuando existen "prácticas contrapuestas".
Preguntado por el llamamiento de Ramón Sarmiento tras tomar las riendas de CC.OO. en Galicia la semana pasada, Seixo ha apuntado que un momento de "prueba muy clara" se dará en breve, cuando las centrales tengan que votar la propuesta que lleva la CIG en el seno del Consello Galego de Relacións Laborais para lograr un acuerdo "interprofesional" sobre la estructura de la negociación colectiva.
El objetivo, según ha expuesto, es que los convenios en el ámbito gallego "tengan prevalencia" sobre los del estado. Si UGT y CC.OO. la firman, según ha dicho, "pueden abrir un camino" hacia esa unidad.
QUE LA NUEVA CEG SE CONSOLIDE
Al mismo tiempo, también ha esperado que la confederación de empresarios de Galicia (CEG) respalde esta iniciativa, tras recibir Suso Seixo una comunicación favorable --de "total coincidencia"-- del actual presidente, Antón Arias. "Esperamos que este compromiso se concrete con este acuerdo", ha agregado.
Asimismo, ha añadido que espera que "la actual dirección se vaya consolidando", sobre la "conflictividad interna importante" que sufre la patronal gallega, dividida entre las provincias del norte y el sur por el rechazo de estos últimos a Arias, impulsado por Antonio Fontenla --quien, a su vez, fuera líder de la CEG entre 2001 y 2013--.
Seixo ha reprobado que la UE sea cada vez "más antisocial y más antidemocráticas", con posturas incluso "antihumanitarias". En este contexto, ha lamentado que Galicia "cada vez ocupa un papel más marginal y dependiente", con "muchos miles de gallegos", sobre todo jóvenes, teniendo que optar por la emigración, y ha clamado por un marco gallego de relaciones laborales "con plenas competencias".
En lo relativo al ámbito organizativo, ha apostado por "mejorar en los métodos de trabajo", mediante un sindicato "cada vez más próximo" a los trabajadores, con un funcionamiento "muy participativo" y una actitud "contraria al pacto social".