Aseguraron que les dijo que solo recordaba haber visto un cuchillo y, posteriormente, tener la ropa ensangrentada
A CORUÑA, 4 Abr. (EUROPA PRESS) -
Policías nacionales que acudieron al bar, donde en abril de 2016, supuestamente, Víctor T.N., mató a una camarera en Ferrol, han negado que el acusado estuviese "borracho", aunque algunos de ellos han dicho que olía a alcohol. Con todo, han calificado su comportamiento de "normal" tras su detención en el local que regentaba, próximo al lugar donde se produjeron los hechos.
El juicio, que se celebra con jurado, ha proseguido en la Audiencia Provincial de A Coruña con la declaración de testigos. Las dos hermanas de la fallecida han renunciado a prestar declaración y han optado por seguir el juicio en la sala.
Un vecino próximo al bar ha declarado que oyó pedir auxilio, pero que tanto él como su mujer pensaron inicialmente que era su hijo por una pesadilla. Tras él, han prestado declaración policías que acudieron al bar de la víctima, una vez que se recibió el aviso por parte de su propietaria.
A su llegada, según explicaron, encontraron el cadáver de Marta Sequeiro Valencia, de 43 años, en el suelo y en un charco de sangre. Además, había salpicaduras de sangre en otros lugares del establecimiento.
Algunos agentes precisaron que parecía que el cuerpo lo habían arrastrado y confirmaron también que se podían apreciar cortes en la cara. También explicaron que encontraron sangre con "una huella de adidas", en alusión al calzado que llevaba ese día el acusado, según les confirmaron dos clientes del local.
Asimismo, han apuntado que estos les explicaron que el acusado estaba tomando consumiciones y jugando a la máquina tragaperras. Sobre el día de su detención, ya en la mañana del 25 de abril de 2016 --los hechos se produjeron, según Fiscalía en torno a las cinco de la mañana de ese día-- un agente mostró su extrañeza por el comportamiento del acusado.
DETENCIÓN DEL ACUSADO
Así, ha explicado que cuando le pidieron que les acompañara la comisaría "no preguntó qué había pasado". "Olía a alcohol, pero no estaba afectado", ha dicho en coincidencia con el testimonio de otros agentes.
Sobre su relato, han afirmado que la primera vez no quiso declarar y que la segunda ocasión les alegó que solo recordaba haber visto un cuchillo y que luego apareció con la ropa ensangrentada, en línea con el relato del acusado que aseguró tener "lagunas" sobre ese día.
Un agente ha señalado también que la exmujer del acusado, que le recogió tras recibir una llamada y le lavó la ropa ensangrentada, llevó la vestimenta de su exmarido a Comisaría una vez que tuvo conocimiento de su detención.
También ha señalado que le dijo que lo había recogido a la altura del puente de As Pías en estado de embriaguez. Posteriormente, una vez en su casa, un taxista lo llevó, como en otras ocasiones, hasta su lugar de trabajo.
Además de 15 años de prisión por un delito de homicidio, el Ministerio Público pide una indemnización de 200.000 euros para el hijo de la víctima. La acusación particular eleva la petición a 25 años de prisión por un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento.