OURENSE 11 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Juzgado de Instrucción número 1 de Ourense ha decretado prisión para los tres detenidos en Ourense en un operativo antidroga desarrollado también en Madrid y en el que se han intervenido unas 3.800 plantas de marihuana.
En total, Policía Nacional ha detenido a cinco personas dentro de este operativo y se ha incautado de 3.858 plantas de marihuana en una nave del Polígono Industrial de San Cibrao das Viñas (Ourense).
El operativo se ha saldado con la detención de tres ciudadanos de origen chino en Ourense, en donde los agentes han registrado una vivienda en Leiro y una nave en el Polígono de San Cribao. Además, otros dos ciudadanos españoles han sido detenidos en Madrid, en donde se ha registrado una vivienda. Tras prestar declaración en Ourense, los tres detenidos en Galicia han sido enviados a prisión.
La intervención se inició de madrugada y ha contado con la participación del grupo de investigadores de la Comisaría General de la Policía Judicial, de las Brigadas Provinciales de Policía Judicial y Extranjería de Madrid, así como los grupos de estupefacientes de la comisaría de Ourense y del área regional de Vigilancia Aduanera de Castilla y León.
Se trata de la tercera fase de una investigación antidroga en la que, hasta el momento, se ha detenido a 33 personas en toda España. Tras los registros los agentes han intervenido documentación relativa al alquiler de los inmuebles investigados, así como documentación personal que todavía está pendiente de analizar.
NAVE PREPARADA PARA CULTIVAR MARIHUANA
En un comunicado, la Policía Nacional ha explicado que las instalaciones de Ourense en las que se cultivaba la marihuana contaban con "un sofisticado circuito ilegal eléctrico", así como con una red de extractores, aire y filtros de carbono "para eliminar los olores procedentes de la plantación".
Además, estaban dotadas con un sistema para evitar que se descubriera la plantación a través del calor que irradian las lámparas necesarias para el crecimiento de las plantas. De hecho, la nave estaba distribuida en habitáculos a modo de huertos, aislados unos de otros y con potentes sistemas de refrigeración, para evitar ser descubiertos por cámaras térmicas.
En el interior de la nave había varios habitáculos acondicionados como dormitorios y cocina, y se encontró gran cantidad de comida. Como medida de seguridad, los productores de la droga habían instalado cuatro cámaras de seguridad para controlar desde dentro los movimientos de coches y personas en el exterior.