El PSdeG aventaja al PPdeG en más de cuatro puntos en intención directa de voto, según el barómetro de la USC

El 87 por ciento de los encuestados cree que se favorece a unas autonomías frente a otras

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 9 Feb. (EUROPA PRESS) -

El 28,2 por ciento de los gallegos votarían hoy al PSdeG si se celebrasen elecciones autonómicas, mientras que un 23,9 por ciento lo haría al PPdeG y un 17 por ciento al BNG, según el Barómetro Galego 2005 elaborado por la Universidad de Santiago, en el que se pone de manifiesto que los socialistas aventajan a los populares en más de 4 puntos en intención directa de voto.

En la presentación del barómetro, la decana de la Facultad de Ciencias Políticas, Nieves Lagares, destacó que la valoración que recibe el PSdeG "es la mejor que recibe un partido en el Gobierno" en los ocho años que el estudio lleva realizándose. La encuesta se llevó a cabo sobre 2.000 gallegos --500 por provincia-- entre el 7 y el 16 de diciembre de 2005, apenas cuatro meses después de la toma de posesión del Gobierno bipartito.

Los gallegos califican al PSdeG con un 5,53 sobre diez en su labor de gobierno, más de un punto por encima de los 4,34 que recibían en 2004 por su actividad en la oposición. El BNG también sube su nota y alcanza un 4,92 en el pasado año, mientras que el PP recibe una calificación de 3,81 por su actividad en 2005, primero al frente del gobierno y después en la oposición. En 2004, rozaba el aprobado con un 4,93.

El barómetro pone de manifiesto que los primeros cien días de la gestión del nuevo Gobierno de PSdeG y BNG está bien vista por los gallegos, ya que un 62,1 por ciento de los encuestados la consideran positiva. Un 14,4 por ciento la califica como "ni positiva ni negativa" y un 18,6 por ciento cree que fueron cien días negativos.

En cuanto a la estabilidad de la coalición de gobierno, casi la mitad de los encuestados considera que es bastante --47,5 por ciento--, aunque sólo un 8,6 por ciento cree que es mucha. Del mismo modo, un gallego de cada diez considera que la Xunta de socialistas y nacionalistas no tiene ninguna estabilidad.

EXPECTACIÓN Y CONFIANZA

Para Nieves Lagares, una de las responsables del barómetro junto al politólogo Ramón Máiz, la nota más destacable del estudio es la "magnífica expectación" que los gallegos depositan en el futuro del Ejecutivo y el depósito de confianza "al que el Gobierno deberá dar respuesta.

En concreto, el 54,3 por ciento de los encuestados cree que la situación política gallega en los próximos cuatro años será mejor que la actual, mientras que un 12 por ciento cree que seguirá igual y otro 12 por ciento que será peor. En sintonía con esos datos, también un 54 por ciento piensan que mejorará la situación económica en esta legislatura, frente al 27,1 por ciento que cree que estará igual o peor.

En cuanto al anterior Gobierno, tres de cada diez consultados califica su labor en los últimos cuatro años como buena, un porcentaje ligeramente superior a los que piensan que fue regular. El 23,5 por ciento la califica como mala y un porcentaje residual se sitúa en los extremos y cree que la gestión del PP fue muy mala o muy buena.

LIDERAZGO

Respecto a los líderes de las tres fuerzas políticas, el presidente de la Xunta y secretario general del PSdeG, Emilio Pérez Touriño, recibe una nota de 5,77 puntos. El vicepresidente de la Xunta y portavoz nacional del BNG, Anxo Quintana, se lleva también el aprobado con 5,26, mientras que el presidente del PPdeG, Alberto Núñez Feijóo, se queda en un 4,48.

De todas formas, la propia Nieves Lagares recordó que el líder popular "está todavía entrando en escena", ya que cuando se elaboró la encuesta ni siquiera había sucedido a Manuel Fraga al frente del partido. Aún así, "muestra un alto nivel de conocimiento y una valoración que, sin duda, se verá incrementada en los próximos meses", auguró la decana de Ciencias Políticas.

Lagares subrayó el crecimiento "espectacular" del liderazgo de Anxo Quintana y Emilio Pérez Touriño desde su llegada a la Xunta, especialmente del máximo responsable socialista. De hecho, Touriño es valorado con un 4,5 por los votantes del PP, sube al 5,85 entre los seguidores del BNG y casi alcanza el 7 de nota entre los simpatizantes socialistas.

Además, la mitad de los encuestados considera que el actual jefe del Ejecutivo gallego puede luchar "bastante" por los intereses de los ciudadanos de la comunidad, un 42,6 por ciento cree que Quintana puede hacer lo propio y tan sólo un 18,8 por ciento estima que Feijóo es el más indicado para esta tarea, aunque hay que destacar que casi el 40 por ciento no respondió a esta cuestión.

REFORMA ESTATUTARIA

En cuanto a una de las temáticas de mayor actualidad, la reforma estatutaria, el barómetro pone de manifiesto que la mitad de los gallegos considera oportuno que se haya abierto el proceso de reforma de los distintos Estatutos autonómicos, frente a un 37,9 por ciento que lo cree inoportuno.

Seis de cada diez consultados desea que Galicia siga siendo comunidad autónoma como hasta ahora, mientras que el 26 por ciento quiere que tenga más competencias. "La independencia y el centralismo son altamente residuales", explicó el profesor de Ciencias Políticas y presidente de la Fundación Iniciativas 21, Ramón Máiz.

Además, el 65,8 por ciento de los encuestados se siente tan español como gallego y, pese a las preferencias por un Estado de las autonomías, menos del 9 por ciento creen que se trata a todas por igual. En concreto, un 87,1 por ciento de los encuestados denuncia que España favorece a unas comunidades sobre otras.

INMIGRACIÓN

Por último, el estudio deja patente que los gallegos apuestan por la "integración no asimilacionista" de los inmigrantes, que son bastantes pero no demasiados para la mayoría de los encuestados. Ocho de cada diez quiere que se facilite la entrada de los trabajadores inmigrantes que tengan un contrato.

Una amplia mayoría de los encuestados quiere que los inmigrantes mantengan sus costumbres y su idioma aunque aprendan los nuestros y, pese a lo que afirmaban otros estudios, un 63,4 por ciento no está de acuerdo en que los inmigrantes quitan puestos de trabajo a los gallegos.