A CORUÑA 20 Dic. (EUROPA PRESS) -
La Audiencia Provincial de A Coruña ha ratificado el pago de una indemnización de 1,7 millones de euros a una joven de Ribadeo (Lugo) con paraplejia tras una operación, en 2019, en el complejo hospitalario universitario de A Coruña (Chuac).
Fue tras la condena impuesta, en marzo de este año, por el Juzgado de lo Penal número 3 de A Coruña al traumatólogo que la operó. Fue al considerarlo responsable de un delito de lesiones por imprudencia menos grave y con una pena de 12 meses multa a razón de una cuota diaria de 15 euros, esto es, 5.400 euros.
Asimismo, y con la responsabilidad civil subsidiaria del Sergas y la aseguradora, a indemnizar en la cuantía de 1.729.229,25 euros a la afectada, menor en el momento de los hechos y diagnosticada cuando tenía diez años de escoliosis idiopática, enfermedad caracterizada por deformidad tridimensional de la columna vertebral con curvatura lateral y rotación de los cuerpos vertebrales.
En febrero de 2017, ante un evidente agravamiento de su enfermedad, recoge el fallo, fue derivada por el servicio de pediatría de su localidad al servicio de Traumatología del Chuac. En este servicio inicialmente se optó por su tratamiento con corsé ortopédico, pero, sin embargo, en julio de 2018, al persistir la mala evolución de la curva, que ya era superior a los 50 grados, el doctor pautó la corrección mediante intervención quirúrgica.
El fallo en primera instancia, tras el procedimiento iniciado por la familia representada por el letrado José Manuel Oliveros, recoge, como hace la Audiencia, que esta intervención está comúnmente aceptada por la ciencia médica como necesaria para el tratamiento de las escoliosis con una curvatura y evolución como la que presentaba.
Sin embargo se rechaza la absolución planteada por el médico y la aseguradora al descartar, entre otros aspectos, que existiese un error en la valoración de la prueba. La Audiencia de A Coruña, contra cuya decisión aún cabe recurso, revoca parcialmente la sentencia inicial en algunas consideraciones, pero ratifica el pago de la indemnización.
Entre otras cuestiones, se argumenta que se produjeron hechos que debían haber hecho que el especialista "extremase la precaución", conclusión a la que se llega en base a las periciales.
"Hay que destacar que, a pesar de que desde el inicio de la operación existió un abundante sangrado y que el cirujano tuvo dificultades en la instrumentación de los pedículos vertebrales de la columna, optó por retirar el tornillo de la vértebra T10 y continuar la instrumentación de la columna, comprobándose posteriormente una malposición y trayecto intrarraquídeo de los tornillos", expone.