Augura que cometerá errores, pero garantiza que cada decisión que tome será "en el interés supremo" de la comunidad y de los gallegos
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 9 Abr. (EUROPA PRESS) -
"Seguiré siendo un humilde caminante al lado de nuestro pueblo y prometo darlo todo de mí, todas mis fuerzas, todas las horas de mis días y toda la experiencia acumulada en estos años para que Galicia siga superándose". Así se ha presentado este martes el líder del PP gallego, Alfonso Rueda, en la primera jornada de su segundo debate de investidura, en la que ha expuesto su programa de gobierno para este mandato.
Aunque quedará investido el jueves previsiblemente solo con el apoyo de sus 40 diputados --Armando Ojea (Democracia Ourensana) ha dado a entender que baraja la abstención al apuntar que "no lo va a bloquear" pero ha sido crítico con el discurso, mientras que BNG y PSdeG han anticipado su 'no'--, Rueda ha repasado parte de las medidas incluidas en su programa electoral reconvertidas en compromisos en sede parlamentaria.
Lo hizo en un discurso que arrancó con un reconocimiento de sus aciertos y errores y que concluyó en la misma línea, asegurando que no puede garantizar que no se va a equivocar nunca, pero sí, ha dicho, que "cada decisión que tome, cada paso que dé y cada palabra que pronuncie será en el interés supremo de Galicia y de los gallegos".
En este sentido, tras remarcar que "hace mucho tiempo que Galicia sabe quién es y que decidió cuál quiera su destino", ha prometido que lo dará "todo" para que la comunidad "siga superándose". Y que lo hará con una convicción: "Cuando no nos ponemos límites, las gallegas y gallegos somos imparables".
CONFIANZA Y EJEMPLARIDAD: GARANTIZA QUE GOBERNARÁ "CON PALABRA"
Rueda ha remarcado su compromiso de gobernar "para todos" y ha inciido en que la confianza es el concepto "sobre el que debe pivotar siempre la democracia". "Los ciudadanos nos conceden a sus representantes una confianza que siempre es temporal y revocable y lo hacen con una finalidad clara: administrar los recursos que provienen de su trabajo", ha argumentado.
Para "estar a la altura de tan alta responsabilidad", ha manifestado que los gobernantes deben "responder con profesionalidad, con implicación y con ejemplaridad". Un contexto en el que ha asumido un nuevo compromiso: el de gobernar "con palabra".
No en vano, ha advertido que nadie puede interpretar el voto del 18F como "una carta blanca para actuar cuatro años", antes de garantizar que, por su parte, no lo hará. Así, ha apuntado que la confianza de los ciudadanos no "libera" a los dirigentes, sino que más bien al contrario, los "ata" a una forma de actuar que ha prometido "respetar y honrar en todo momento".
"NO HABRÁ RUPTURAS, NI GIROS BRUSCOS"
Con más protagonismo para el BNG en la diana de los ataques, aún sin mencionarlo de forma expresa, Rueda arrancó su discurso con una declaración de intenciones: la de gobernar "desde la normalidad de la Constitución y el Estatuto", junto con una advertencia: "En nuestra tierra no habrá rupturas, bloqueos, ni giros bruscos porque los gallegos votaron para lo contrario: el 'sentidiño' y la autoexigencia".
"No esperen de mí que levante muros entre ciudadanos de un mismo pueblo, aunque piensen diferente porque no lo haré. No esperen de mí que cree fronteras con la nación de la que formamos parte, España, porque tampoco las habrá", ha profundizado, en un escenario marcado por el debate de la ley de la amnistía y el conflicto catalán.
"No esperen de mí que responda a ningún otro interés que no sea el de los gallegos. Sí deben esperar de mí que dialogue y escuche también a la gente que no opina igual que yo, que trabaje en colaboración con los ayuntamientos, con las empresas, con la sociedad civil y que tienda mi mano al Gobierno central, siempre con la vocación de que nuestra tierra progrese", ha contrapuesto.
De él, ha añadido, se debe también no solo "esperar" sino "exigir" un "espíritu de mejora constante, mucho esfuerzo y mucha dedicación" porque considera que las "mayores cumbres" de Galicia "aún están por alcanzarse".
"SERVIDOR DE GALICIA"
Para ello, se ha comprometido a trabajar y ha remarcado su rechazo a presentarse como "salvapatrias, como reivindicador de causas personales o abanderado de posturas extremas" porque "ya hay demasiados y demasiadas así en la política".
"Vengo como servidor de Galicia", ha concluido.