Los populares se esfuerzan en pedir "unidad" después de que un 36% de los delegados no secundase la llamada del último barón de la 'boina'
OURENSE, 30 Ene. (EUROPA PRESS) -
El político que proclamó "de Fraga para abajo, democracia", José Luis Baltar Pumar, ganó hoy el desafío que lanzó al presidente del PPdeG, Alberto Núñez Feijóo, para frenar su renovación de las filas populares y consiguió legar a su primogénito, José Manuel Baltar Blanco, el control del PP de Ourense, frente al candidato que contaba con apoyos explícitos de dirigentes de la cúpula autonómica, el alcalde de Verín, Juan Manuel Jiménez Morán.
Pese a llevar de número dos al portavoz del PPdeG, Antonio Rodríguez Miranda, ourensano en otros tiempos próximo al barón Baltar, el candidato oficialista no logró vencer en la pugna por la sucesión, aunque obtuvo más apoyo del que esperaban sus contrincantes. El propio Baltar Pumar comentó a Europa Press instantes antes de producirse las votaciones que su "quiniela" era "un 70-30 por ciento".
No obstante, su hijo, el vicepresidente del Parlamento gallego tuvo que conformarse con el apoyo del 60,19 por ciento de los 1.201 compromisarios que ejercieron su derecho al voto en el XV congreso provincial, 290 más respaldos que los cosechados por Jiménez Morán. La dirección autonómica interpreta que con estos resultados "el mensaje está lanzado" y advierte de que habrá que contar "con la otra parte del partido".
Tras semanas de acusaciones cruzadas entre ambas sensibilidades, que obligaron a intervenir en primer lugar a la dirección autonómica e incluso al propio presidente del PP nacional, Mariano Rajoy, que llamó a capítulo a Baltar Pumar, los populares ourensanos se esforzaron hoy en conjurar cualquier riesgo de editar viejas amenazas de escisión y las llamadas a la "unidad" fueron reiteradas.
Aunque por el momento "la rebarbadora" que en otros tiempos blandió Baltar Pumar contra sus enemigos no se encenderá, el recién elegido presidente del PP de Ourense ya ha descartado la integración de sus contrincantes en la nueva ejecutiva. Ya lo decía José Luis Baltar: "A enemigo que huye, puente de plata". Además, el nuevo presidente del PP provincial lanzó la advertencia a la dirección autonómica de que su padre seguirá al frente de la Diputación de Ourense "hasta que él quiera".
El guante no fue recogido por Núñez Feijóo, quien se esforzó en decir que traía preparado "un único discurso" con independencia de quién resultase vencedor en la cita de hoy y concluyó que "el gran ganador es la democracia interna". "Hoy quedó claro que éste no es un partido de caciques", proclamó el presidente, que hace unos meses, en plena campaña electoral para las autonómicas que lo auparon a la Xunta, aseguró que "con el caciquismo se acaba en un día".
A su juicio, el partido debe "salir reforzado" de la experiencia inédita de confrontar dos candidaturas en congresos importantes del PP de Galicia. Así, buscó la comparación con su propia experiencia en la carrera sucesoria de Manuel Fraga, cuando en 2006 llegaron a aspirar al mando del PPdeG hasta cuatro candidatos, aunque sólo Feijóo llegó a la votación final. "Democracia interna es sinónimo de victoria en las urnas", afirmó.
"DEMOCRACIA SIN VETOS"
No obstante, la tensión que se vivió en Ourense durante la campaña electoral interna se visualizó también hoy desde la tribuna de oradores, desde la cual Baltar Blanco volvió a defender su derecho a suceder a su padre. "Nadie puede vetar la democracia. Todos tenemos derecho a todo", enfatizó el político, de 42 años de edad, instantes antes de recomendarle a su hija Elena "que nadie cercene sus opciones".
Previamente, el secretario general del PPdeG, Alfonso Rueda, había solicitado "inteligencia" a la hora de "interpretar" los resultados del cónclave y había recordado a Baltar Blanco que el PPdeG "necesita al PP de Ourense, igual que éste necesita al PPdeG", en respuesta a unas declaraciones del entonces candidato a la presidencia provincial en el tramo final de la carrera electoral.
HOMENAJE
El cualquier caso, la retirada a medias de Baltar Pumar, que retiene directamente el bastón de mando de la Diputación de Ourense, sirvió al congreso para rendirle homenaje a quien presidía las filas populares desde 1992, tras la integración de Centristas de Galicia en el PP. También le valió a Feijóo para marcarle el reto a su sucesor de mantener "el peso" del partido en esta provincia y revalidar sus sucesivas victorias electorales.
Para el nuevo presidente del PP de Ourense, su padre es el "referente político" y su objetivo se centra en conseguir "un nuevo PP" que mantenga "la voz propia, fuerte, rotunda, reivindicativa y exigente". Baltar Blanco recordó su trayectoria política de 17 años de militancia en el PP y acto seguido se refirió a Núñez Feijóo, del que dijo que entró "hace cinco años en el mejor PP" y le agradeció sus "triunfos".
Hace precisamente cinco años, en el anterior congreso provincial del PP de Ourense, Baltar había presentado un comité ejecutivo en el que desplazaba a Feijóo, entonces vicepresidente primero de la Xunta, a un puesto como miembro nato, mientras que hasta ese momento había ostentado una de las vicesecretarías del partido. Posteriormente, en las elecciones de junio de 2005, el último barón del sector de la 'boina' vetó a Feijóo en el número uno de la lista por Ourense con el pretexto de que tenía que ocupar el lugar una mujer.
Con Baltar Pumar en la Diputación de Ourense, otro Baltar se hará cargo desde hoy del timón del partido con un equipo en el que figuran muchos alcaldes de la provincia y personas próximas al otrora presidente provincial, aunque defendió que el comité ejecutivo se renueva "en un 66 por ciento". En el órgano de dirección figuran también el diputado Miguel Santalices y el ex parlamentario Maximino Rodríguez, coprotagonistas junto a Baltar Blanco de la amenaza de escisión que en 2003 puso en jaque a Manuel Fraga.