Un perito propuesto por el abogado de Garzón critica que "la solución" fuese plantear a los conductores que recordasen la limitación a 80
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 7 Feb. (EUROPA PRESS) -
El perito Ángel Sanz Cubero, experto en señalización y que también es formador de maquinistas, ha afirmado que no puede "aceptar" que "la solución" ante la curva de A Grandeira, en Angrois (Santiago), que estaba limitada a 80, fuese decir a los compañeros que se acordasen de esta circunstancia.
"No puedo aceptar como formador que la solución para la formación es 'acordaos de la curva de 80", ha incidido este experto, que realizó informes periciales a petición del abogado del maquinista procesado en la causa, Francisco Garzón.
Al respecto, se ha lamentado porque "alguien habrá aceptado ir por el alambre, con la barra, sin arnés y sin red", para hacer hincapié en una idea que señaló con anterioridad, cuando comparó la curva con un "precipicio" por el que había que circular haciendo "equilibrio".
Desde su punto de vista, lo que ocurrió fue que se "ha sometido a los maquinistas a esto y lo han aceptado como una situación diaria de 'acordaros de". Y es que hubo un aviso sobre el riesgo que suponía la curva que trasladó el jefe de maquinistas, por lo que "era conocido" y "estaba tramitado como dice la norma".
Así se ha pronunciado Sanz Cubero en la penúltima sesión del juicio por el accidente del tren Alvia, durante el interrogatorio del abogado del Estado, que representa a Adif, cuyo ex director de seguridad Andrés Cortabitarte es el otro procesado en la causa.
Al final de sus preguntas, le ha contestado que no ve "ningún inconveniente" en responder a una llamada como la que recibió el maquinista aquel día, que realizó el interventor, ya que "tenía un motivo", puesto que trataba del desembarco de unos pasajeros.
De hecho, ha argumentado que era una llamada que planteaba un asunto "complejo" y ha advertido de que a los maquinistas "se exporta" una responsabilidad como la de evitar que se produzcan incidentes en la bajada de los usuarios en las estaciones.
El letrado que representa a Renfe ha incidido sobre la utilización del teléfono móvil. "No formaba sobre el uso del móvil", le ha avisado el compareciente, a lo que el abogado ha añadido que "le consta a usted que se forma a los maquinistas (...) sobre cuestiones que tienen que ver con el uso que el móvil".
"ATENCIÓN DISTRIBUIDA, NO SELECTIVA"
Los maquinistan van "revisando el tren" y controlan "varios parámetros", en concreto "hasta cinco o seis", según ha resaltado Sanz Cubero. De este modo, ha contestado al abogado del Estado que tienen una atención "distribuida y no selectiva", después de que este le lanzase esa acusación, a tenor de las respuestas que le daba a sus preguntas.
"Vamos revisando el tren, tenemos el hombre muerto, que vamos interactuando con él, consciente o inconscientemente. Vamos controlando varios parámetros, insisto, hasta cinco o seis parámetros... Cuando vemos una señal de alerta, focalizamos ahí, porque es una orden, es un punto de referencia para parar", ha subrayado.
El representante de Adif le ha interrogado también sobre si es "posible" que la distancia entre balizas y avanzadas "se ajuste según las circunstancias de la vía", toda vez que este perito, como otros expertos en el reglamento de señalización, es rotundo al considerar que la línea debía estar limitada a 160 y no a 200 kilómetros por hora, ya que estaban separadaspor 300 metros y no por 500. "No. Las 'PTO' no hablan de eso, no hablan de las circunstancias de la vía", le ha indicado.
En este sentido, ha insistido en su tesis de que la señalización no era adecuada y suponía dejar sin protección la curva. "Se deben poner señales que protejan esa curva", ha reiterado.
"MUY POBRE"
Ha sido el propio abogado del Estado quien ha traído a colación el aviso de un jefe de maquinistas, José Ramón Iglesias Mazaira, sobre la peligrosidad de la curva, para señalar que se llegó "a la conclusión de que había que intensificar la formación".
"La intensificación de la formación me parece muy pobre", ha advertido este perito, para a renglón seguido preguntarse en qué ámbito se decidió esto, si en Madrid o en Galicia. "Acordarse del 80 de A Grandeira... Estamos jugando con lo imposible y desde luego con lo improbable", ha afirmado.
"SEÑORES, TENGAN CUIDADO"
Después, en el turno del abogado de la aseguradora de Renfe, que es QBE, ha insistido en su reproche al hecho de que "se ha reforzado la formación diciendo 'señores, tengan cuidado".
En este sentido, ha recomendado "salir de la oficina y montarse en el tren", algo que a su juicio "es preceptivo" para percibir este tipo de cuestiones. "No se ha visto algo que era evidente y que otras personas sí que vieron", ha afeado.
LA DEFENSA DE CORTABITARTE
El abogado que defiende a Cortabitarte ha recogido la ide del "precipicio" sin "arnés" para preguntar a este perito si no considera una "red" de seguridad la holgura de velocidad que permitía la curva (estaba limitada a 80 pero se podía tomar, según Adif, hasta a 160 kilómetros por hora).
"No", ha respondido Ángel Sanz Cubero, tajante, en alusión a que eso es algo relativo a los peraltes y otros aspectos técnicos. Del mismo modo, ha rechazado que el tiempo de duración de la llamada fuese otra "red", preguntado por los 90 segundos que el letrado del procesado de Adif entiende que podría haber empleado para corregir su propio error y ubicarse espacialmente.