El hombre se había encerrado en su casa tras la agresión y, cuando se fueron los agentes, cogió su moto y se dio a la fuga
PONTEVEDRA, 12 Sep. (EUROPA PRESS) -
Un vecino de Marín se ha entregado este jueves a la Policía Local después de que en la madrugada del miércoles propinase una paliza a su pareja, según ha confirmado el subdelegado del Gobierno en Pontevedra, Abel Losada.
Este hombre se presentó voluntariamente en las dependencias del cuerpo municipal acompañado de su abogado. También esta misma mañana su compañera sentimental ha formalizado la denuncia pidiendo que se le imponga a su pareja una orden de alejamiento.
Los hechos denunciados tuvieron lugar en la madrugada del miércoles en un piso de la rúa Ezequiel Massoni. Ante los golpes y las fuertes voces que se escuchaban procedentes del interior de un domicilio, los vecinos alertaron a la Policía Local.
Antes de que llegasen los agentes municipales y varias unidades de la Policía Nacional que acudieron como refuerzo, los familiares de la mujer entraron en la vivienda y la rescataron.
Cuando llegaron los policías, "la mujer ya estaba fuera del domicilio, ya estaba en la calle acompañada de su familia y por lo tanto, lo que se hace, según el protocolo, es trasladarla al hospital", ha explicado el subdelegado del Gobierno.
La víctima tuvo que atendida en el Servicio de Urgencias después de recibir varios golpes, según ella misma relató, a manos de su pareja.
Mientras, el presunto agresor estaba encerrado dentro de su piso y se negó a abrir la puerta a los agentes. "El domicilio, como todos sabemos, o deberíamos saber, es inviolable. Hace falta una orden judicial para poder entrar", ha apuntado Losada.
Entonces, los policías se marcharon del lugar, "entiendo que para conseguir la orden judicial que permitiría entrar en el domicilio o detener al agresor", ha aclarado el subdelegado. Ya sin la presencia policial, el presunto agresor cogió su moto en el garaje y se marchó del lugar.
Abel Losada ha defendido la "irreprochable" actuación policial en este caso "caracterizado por la total profesionalidad y por el absoluto respeto a las leyes y a los protocolos de actuación", negando el subdelegado que el sospechoso "se hubiese escapado delante de las narices de la Policía".