SANTIAGO DE COMPOSTELA, 12 May. (EUROPA PRESS) -
El grupo español de salud bucodental Vitaldent ha reabierto sus 16 clínicas en Galicia con un nuevo protocolo de seguridad ante la pandemia de coronavirus que incluye, entre otras medidas, tomar la temperatura a sus clientes con un termómetro infrarrojo, ya que en caso de superar los 37,3 no serían atendidos.
La cadena abrió este lunes sus seis clínicas en A Coruña, dos en Lugo, una en Ourense y siete en Pontevedra, tras ocho semanas en las que la compañía solo prestó atención odontológica urgente a los pacientes que lo necesitaron durante el estado de alarma, para lo cual mantuvo abierta al menos una clínica por comunidad autónoma
El nuevo protocolo de seguridad e higiene post Covid-19 del operador dental pretende "garantizar la máxima protección de sus pacientes y equipo", según indica en un comunicado, en el cual señala que prevé atender durante las primeras semanas a aquellos pacientes con necesidades más urgentes.
Así, la cadena de clínicas definió durante las últimas semanas su plan de reapertura y su nueva 'Guía Asistencial Preventiva de Clínicas', basada en los protocolos establecidos por el Consejo General de Dentistas, y con la que se ha formado a su plantilla para garantizar la protección e higiene necesarias para operar con seguridad.
Así, el protocolo establece los pasos desde la concertación de la cita previa, imprescindible por razones de seguridad, hasta que el paciente regresa a su domicilio tras el tratamiento. En primer lugar se realizará un triaje previo con un cuestionario telefónico, donde además se darán algunas instrucciones para acudir a la cita: ir solo, no llevar adornos, ser puntual para no encontrarse con otros pacientes y recomendación de pago con tarjeta o desde el móvil.
Además, quien realice la cita a través de la web podrá además usar un 'chatbot' que se ha implementado para conocer el grado de exposición al Covid-19 y resolver dudas sobre su estado de salud.
PROTOCOLO
El día de la cita, nada más entrar a la clínica, el paciente encontrará una división física en recepción gracias a barreras de protección. Se le tomará la temperatura mediante un termómetro infrarrojo, y en caso de superar los 37,3 no podría ser atendido.
En la sala de espera, de la que se han retirado el máximo de objetos posibles, como revistas y folletos, se respetará una distancia mínima de seguridad de 1,5 metros entre personas. No se estrechará la mano, se utilizará gel hidroalcohólico siempre que sea preciso y se facilitarán cubrezapatos y guantes, además de mascarilla si el paciente acude sin ella a la clínica.
A continuación, una vez en la consulta, esta dispondrá de todas las medidas de seguridad necesarias que recomienda el Consejo de Dentistas, garantizando la esterilización de todo el instrumental de manera continua y la desinfección de todas las superficies de contacto, además de disponer de todos los EPI necesarios, así como los métodos de barrera entre paciente y personal sanitario (mascarillas FFP2 + pantallas + gorros + gafas).
El paciente podrá concertar su siguiente cita a través de al app Vitaldent, ya que no se le entregará ninguna tarjeta física. Tras su marcha, y antes de recibir a un nuevo paciente, la empresa asegura que se realizará una profunda limpieza y desinfección.