Pases en Vigo y A Coruña permitirán ver en gran pantalla un proyecto con el foco el Grupo Nove y otros actores relevantes del tejido gastronómico
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 1 May. (EUROPA PRESS) -
'Cociñando na fin do mundo', el documental que "transmite Galicia" y su nueva cocina, vuelve a casa tras un periplo que arrancó con su estreno en la 63 edición del Festival Internacional de Cine de San Sebastián, le hizo recalar en otra importante cita audiovisual en Málaga y le abrió las puertas en Australia, Taiwán o diversos países de América.
Este mes de mayo, varios pases en los auditorios de Afundación de Vigo y A Coruña darán a los espectadores la oportunidad de ver, desde la tierra que vio nacer el proyecto, este retrato de Galicia que se adentra, mediante la gastronomía, en el frágil equilibrio entre tradición y modernidad en un territorio de contrastes.
Este "pequeño documental independiente", con los cocineros del Grupo Nove y otros actores relevantes del tejido gastronómico en el foco, facilitó a su director, el vigués Alberto Baamonde, cumplir un sueño y estrenar en San Sebastián un proyecto meditado y que tiene detrás un importante trabajo de investigación. También le ha otorgado otros reconocimientos, como el 'Premio Álvaro Cunqueiro' de periodismo gastronómico.
Baamonde, que se ve "más artesano" que "artista", rememora como un grupo de profesionales decidieron "arriesgarse". "El que más el productor, Kin (Joaquín Martínez, director de EsmerArte) porque este es el primer largometraje de la productora y no sabíamos nada de este mundo", ha recordado, en declaraciones a Europa Press.
Con experiencia previa en festivales y vídeos musicales, arrancó una aventura que el director concibe como "un puzzle" cuyas piezas fueron "encajando" poco a poco. El punto de mira estaba en el Grupo Nove, una asociación que reúne a una veintena de cocineros que reivindican la nueva cocina gallega, pero hay más protagonistas, como el producto y quienes lo trabajan.
"Estábamos bastante vírgenes y empezamos con la investigación. Alexandre Cancelo (guionista) se sentó con cada uno de los miembros que entonces conformaban el Grupo Nove. En esas entrevistas pudimos ver que había cocineros con discurso, con carisma... Y cada uno nos contaba una historia, nos daba una pista", explica.
Pero Baamonde reconoce que el proceso fue "rápido y natural", y las ideas fluyeron. Como ejemplo, señala, que la mayor parte de los cocineros situaban a su madre como referente en sus inicios, pero solo una mujer formaba parte del Grupo. "¿Por qué no juntar, entonces, a Beatriz Sotelo con alguna otra cocinera de una generación distinta?"
"LA VERDAD" DE NOVE Y LA COCINA
Así, rodaje a rodaje y plano a plano, se llega a este "pequeño documental", como lo define su director, en el que sus protagonistas ven el reflejo de Galicia y de la cocina que "un grupo de amigos" quieren hacer. Narrado con la mirada de Baamonde, a quien el cocinero Javier Olleros describe como "crudo y limpio".
"Por eso en el documental está la verdad, al menos de lo que vemos desde atrás. Es la poética de nuestra cocina y de nuestra tierra con una visión natural y de verdad, algo que para lo bueno y para lo malo es de lo más complicado de encontrar en el audiovisual", ha trasladado, en declaraciones a Europa Press, el propietario del restaurante Culler de Pau, de O Grove (Pontevedra), y miembro del Grupo Nove.
De hecho, Olleros anima a quienes puedan a ir a ver el documental por ser "un proyecto que parte de Galicia, desde Galicia y habla de Galicia", al margen de estar "muy cuidado". "Transmite a Galicia de una forma muy natural y muy honesta", ha relatado, antes de explicar cómo plasma el papel de la "cadena" que permite que el plato llegue a la mesa.
También refleja la historia de Nove, que "partió con esa identidad de grupo de amigos y de compañeros". Olleros opina que ahora, "aunque se mantiene ese espíritu de compartir y de amistad en el fondo", toca "evolucionar" y articular "una especie de decálogo" de cómo piensa el Grupo.
"NOS QUEREMOS Y NOS RESPETAMOS"
En un escenario creativo y con distintas sensibilidades, Olleros subraya su rechazo a los "rollos personalistas" e incide en el fondo de "amistad" y visión compartida de la cocina que hay en el Grupo Nove y que, como plasma el propio documental, supone una variable diferencial con respecto a otras "mil" asociaciones o federaciones de cocineros.
Otro de los nombres más reconocidos de la cocina gallega, Pepe Solla, del restaurante Casa Solla, de Poio (Pontevedra), y también integrante del Grupo, defiende que, "si de algo se puede estar orgulloso" en Galicia, es que, más allá de Nove, "todos los cocineros se quieren muchísimo".
"A veces no estamos de acuerdo, pero nos queremos mucho porque nos respetamos, nos admiramos y somos amigos de verdad. ¿Por qué? Porque hemos sabido domar nuestros egos", ha indicado Solla, en declaraciones a Europa Press.
La clave del documental, a juicio de Solla, está en que queda "patente" que en la cocina gallega "estaba pasando algo" porque, si no se certifica, después "las memorias son frágiles". De hecho, así animaría a los potenciales espectadores a acudir a los pases de Vigo y A Coruña: "Venid a verlo para que entendáis qué ha pasado, qué está pasando y qué va a pasar".
Y es que la cocina, a su modo de ver, ha "evolucionado", pero también lo ha hecho "el público", que considera el auténtico protagonista en la cocina junto al producto. "En Galicia hemos cambiado radicalmente y quien no se lo crea es que no se entera de lo que pasa. A mi restaurante viene gente a la que hacemos experimentar, comer con las manos o les ponemos cosas súper conceptuales... Somos súper receptivos", reflexiona.
PASES EN VIGO Y A CORUÑA
La oportunidad de ver los contrastes de la nueva cocina y de conocer a los distintos protagonistas de este documental que en marzo fue galardonado con el 'Premio Álvaro Cunqueiro' de periodismo gastronómico retorna a Galicia en este mes de mayo.
Así, el viernes 5 y sábado de 6 de mayo, a las 20,30 horas, 'Cociñando na fin do mundo' se podrá ver en el Auditorio Sede Afundación de Policarpo Sanz, en Vigo. Ya el jueves 11 y el viernes 12 de mayo, el documental viajará a A Coruña, donde también se podrá visionar a las 20,30 horas en el Auditorio Sede Afundación de la ciudad herculina.
Los diferentes pases están a la venta en los diferentes canales de ATaquilla a un precio de cinco euros. "Es una película pequeña en un mercado reducido. Tener la posibilidad de proyectar estos pases nos hace especial ilusión porque puede ser la única posibilidad de verlo en gran pantalla", concluye Baamonde.