La novia de Eduardo Padín, uno de los supervivientes del naufragio de un pesquero gallego en Canadá. - PEDRO DAVILA-EUROPA PRESS
CANGAS (PONTEVEDRA), 16 Feb. (EUROPA PRESS) -
Un golpe de mar pudo ser la causa del naufragio del pesquero gallego este martes cerca de las cosas de Canadá, según las primeras hipótesis que manejan familiares de los supervivientes a la tragedia.
En declaraciones a los medios, Sara Prieto, la novia de Eduardo Padín, uno de los marineros que sobrevivió, ha indicado que un golpe de mar podría haber sido la causa del hundimiento del barco, según algunas informaciones que le llegan de otros marineros de Cangas.
En la misma línea ha hablado el presidente de la Cooperativa de Armadores de Pesca de Vigo (ARVI), Javier Touza, que ha explicado en una entrevista a Antena 3, recogida por Europa Press, que pese a desconocer todavía las causas concretas, "debió de ser un gran golpe de mar", que habría provocado la "entrada masiva" de agua en el barco y el hundimiento "casi inmediato".
Por su parte, la pareja del superviviente ha explicado que les llega poca información de cómo se encuentran sus familiares y que no ha podido hablar con él. "Imagino que estará siendo atendido por los médicos", ha indicado.
También ha subrayado que en un primer momento se enteró del suceso al verlo en televisión y luego recibió dos llamadas de la armadora. En la primera la informaron del naufragio, mientras que en la segunda le dieron la buena noticia de que uno de los supervivientes era Eduardo Padín.
Ella ha relatado que en la madrugada del naufragio habló con su novio sobre las 04,00 horas, solo media hora antes de que el barco se hundiese. Él le dijo que hacía "muy mal tiempo" y que se tenía que poner a trabajar. Fue la última vez que tuvo contacto directo con él.
Sara Prieto explicó que su novio llevaba cinco años embarcado en este pesquero y que "le gustaba mucho el mar". "Estoy deseando que vuelva. Teníamos muchos planes y ahora seguimos teniendo", ha subrayado, tras asegurar que espera que su pareja deje de embarcarse tras lo sucedido.