Deloitte afirma que los datos no son representativos "dado el gran número de partidas contabilizadas de forma incorrecta" por la empresa
MADRID, 5 Sep. (EUROPA PRESS) -
Pescanova pasó de contabilizar un beneficio de 16,1 millones en 2011 a pérdidas de 26,1 millones un año después, que se han incrementado hasta los 29,1 millones al cierre de abril de 2013, según la cuenta de resultados de la empresa gallega que recoge Deloitte en su informe concursal.
La consultora advierte no obstante de que los importes proporcionados por la empresa "no son representativos, dado el gran número de partidas y epígrafes incorrectos".
El importe neto de la cifra de negocio ha pasado de 629,2 millones en 2011 a elevarse hasta los 706,4 millones a cierre de 2012, para pasar a disminuir en un 90,5% en menos de un año, hasta los 66,6 millones en abril de 2013.
Asimismo, el resultado de explotación pasó en estos años de arrojar un beneficio de 41,5 millones en 2011 a crecer hasta los 55,7 millones en 2012, para arrojar pérdidas de 1,1 millones en abril de 2013.
Según se indica en el informe 'forensic' de KPMG, la práctica llevada a cabo por la sociedad consistía en realizar operaciones de compraventa asociadas a "movimientos virtuales de almacén" para que tanto la concursada como el resto de sociedades instrumentales descontaran los pagarés y así obtuvieran financiación hasta el vencimiento de los mismos.
En los ejercicios 2011 y 2012, un 77% y un 80%, respectivamente, de las ventas registradas por Pescanova se corresponden con ventas realizadas a sociedades instrumentales "sin contenido económico".
En el ejercicio 2013, la sociedad procedió a contabilizar ventas, compras y devoluciones de ventas con estas sociedades instrumentales con el objeto de revertir el impacto en cuentas a cobrar de estas operaciones en ejercicios anteriores, que arrojaban un efecto total de gasto con estas sociedades por importe aproximado de 350 millones de euros.
No obstante, antes del cierre de abril, el impacto en la cuenta de resultados de estas operaciones fue revertido, dando de baja una provisión genérica que afloró en los estados financieros presentados a la CNMV en el ajuste de fondos propios.