PALMA, 24 Mar. (EUROPA PRESS) -
El 87% de las enfermeras de la Islas, que participaron en una encuesta realizada por el Colegio Oficial de Enfermería de Baleares (Coiba) tras la aprobación de la Ley de la Eutanasia, considera que las personas tienen derecho a decidir sobre cuándo y cómo quieren morir, dentro de los términos legales.
Según una nota de prensa del Coiba, de este 87%, un 67% lo afirmaron con toda seguridad mientras que un 20% afirmaron que sí, pero con reservas.
Es la principal conclusión de la encuesta realizada de forma voluntaria y anónima a las casi 6.900 enfermeras colegiadas durante el 2021. El estudio fue llevado a cabo por la Comisión Deontológica del Coiba y recogió un total 341 respuestas válidas. El objetivo era identificar las actitudes y conocimientos de las enfermeras ante esta nueva prestación.
Respecto a su participación en la aplicación de la ley, un 66% afirmó estar dispuesto a participar en la preparación y administración del fármaco, mientras que un 12% se negaría a hacerlo.
Si el paciente requiriese del apoyo de una enfermera para obtener los medios imprescindibles para ejercer él mismo su derecho, el 72% no objetaría, frente al 15% que sí lo haría.
El estudio también revela que el 85% de las enfermeras estaría dispuesto a acompañar al paciente durante el proceso eutanásico, mientras que un 8% lo rechazaría.
Además, un 60% de las enfermeras participantes señaló que no solicitaría ejercer la objeción de conciencia, mientras un 10'5% prefirió no contestar y un 18% afirmó que seguramente no.
En el otro extremo, un 7% afirmó que solicitaría la objeción de conciencia con toda seguridad, mientras que un 5% lo veía probable pero no seguro.
Finalmente, un 91% de las enfermeras contestó que estarían dispuestas a participar en el proceso de diálogo y reflexión con un paciente que solicita ayuda a morir, algo a lo que objetaría un 5% de los profesionales que participaron en la encuesta.
El coordinador de la Comisión Deontológica del Coiba, Pedro Martín Montañez, ha valorado que estas cifras "indican que las enfermeras están dispuestas a participar, junto con otros profesionales implicados, en todos los aspectos que la nueva ley dictamina".
Martín ha recordado que las enfermeras a menudo ven y empatizan con el sufrimiento de personas que, debido al padecimiento de enfermedades graves, crónicas, incurables o imposibilitantes, no pueden ejercer una autonomía personal completa, o simplemente quieren dejar de sentir un dolor físico insoportable. "Estos son, según refleja la encuesta, los principales motivos que llevan a las personas a solicitar la eutanasia, a ojos de las enfermeras", ha apuntado.
Las enfermeras que participaron en el estudio destacaron también su disposición en general a participar en un programa formativo específico sobre la prestación de ayuda a morir (78%), mientras que un 12% objetaría.
En relación con los aspectos relacionados con la eutanasia y/o el suicidio médicamente asistido en los que desearían recibir formación, el 42% se refirió a aspectos relacionados con el contenido y desarrollo de la Ley, el 46% a aspectos éticos, mientras que un 6% no estaría interesado en recibir formación.
Martín interpreta que estos datos manifiestan "la necesidad de las enfermeras de adquirir o mejorar sus destrezas y habilidades" en relación con el proceso que lleva a un paciente a solicitar ayuda para morir. Esta formación, concluye, es "necesaria para garantizar que este derecho sea practicado con todas las garantías que la Ley establece".