PALMA 18 Dic. (EUROPA PRESS) -
El Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria de Baleares (APB) ha acordado la licitación de un concurso público para la gestión de una marina de náutica deportiva en el puerto de la Savina a un máximo de 25 años de plazo.
La instalación contará con amarres para embarcaciones, una marina seca, dos aparcamientos subterráneos, la explotación de varios edificios y el suministro de combustibles entre otros servicios a disposición de sus usuarios, según ha explicado la APB en un comunicado.
Se trata de una decisión adoptada este miércoles en la reunión del Consejo de Administración de la APB y responde al objetivo de dar "estabilidad jurídica" a la gestión náutica del puerto de Formentera, "fomentar la competitividad y la oferta comercial del puerto, optimizar recursos, maximizar la ocupación de la lámina de agua y reducir costes de gestión".
El concurso establece una inversión mínima por parte de la empresa adjudicataria de 15 millones de euros y valorará en sus bases la reducción de las tarifas para los amarres, especialmente para las embarcaciones de hasta ocho metros de eslora.
También para las tarifas de los locales comerciales, terrazas, aparcamientos, suministros de electricidad, los servicios de izada, varada y botadura de la marina seca. Además, primarán la introducción de mejoras ambientales tales como utilización de energías renovables, empleo de materiales ecológicos, medidas de sostenibilidad e innovación tecnológica.
Estos dos aspectos, la inversión y la bajada de tarifas, se valorarán más en el concurso que la tasa a mejorar, que sale con un mínimo de 1,2 millones de euros más el 4 por ciento del volumen de negocio por año.
Las superficies que serán objeto de gestión suponen unos 26.000 metros cuadrados de espejo de agua y 23.000 metros cuadrados de tierra que contemplarán una marina seca para embarcaciones de chárter de hasta siete metros de eslora, un surtidor de gasoil y otras fuentes energéticas no contaminantes, además de varias edificaciones destinadas a locales comerciales, oficinas y restauración, almacenes, servicio de marinería y aseos entre otros.
AUMENTO DE AMARRES
Actualmente, en el puerto de la Savina hay unos 180 amarres para embarcaciones en la lámina de agua. La empresa adjudicataria podrá establecer la distribución que considere oportuna siempre se cumpla una flota mínima de 75 puestos de amarre destinados a chárter durante los cuatro meses de temporada alta de junio a septiembre, 55 amarres de base todo el año y seis amarres para la utilización propia o designación de la APB para organismos como Guardia Civil, Salvamento Marítimo o Aduanas, entre otros.
De los 75 amarres dispuestos para chárter, 40 serán para embarcaciones de hasta seis metros de eslora, 25 hasta ocho metros de eslora y diez de entre diez y 15 metros de eslora. Además, el concesionario dispondrá de una marina seca que se amplia de 35 a 55 embarcaciones hasta los siete metros de eslora, 35 para chárter y 20 de lista séptima.
"La APB toma estas medidas en respuesta a la petición del sector del pequeño comercio que ha solicitado en repetidas ocasiones potenciar el chárter en el puerto de Formentera y de la necesidad social de aumentar el número de amarres base para pequeñas embarcaciones", ha alegado.
Con esta unificación de las dos concesiones existentes se consigue una optimización del espacio que consigue un aumento de 42 nuevos amarres de hasta ocho metros.
Además, el concesionario podrá atender a la demanda de amarres durante los meses de temporada baja, puesto que no podrá destinar a chárter los 75 puestos ocupados durante el verano.
La nueva concesión dispondrá de una decena de edificaciones, algunas de las ellas precisarán ser remodeladas para mantener el aspecto exterior de las fachadas y las características arquitectónicas, sin incrementar la edificabilidad de las mismas. Otros edificios serán demolidos para la construcción de plazas soterradas de aparcamiento y construidos de nuevo en su superficie.
En este sentido, se demolerán cuatro edificios y se construirán o reconstruirán cuatro. Dos de estos, una vez se apruebe definitivamente el Plan Especial en tramitación.
Entre los edificios que se derribarán para dar paso a nuevas edificaciones está el de la Casa del Mar y el de la antigua cofradía de pescadores, que darán lugar a uno de nueva planta.
Los edificios verán reordenados los usos pero se mantendrán los servicios actuales de restauración, oficinas, comercios, marinería, almacenes para la industria pesquera y parque infantil.
Las obras se realizarán en dos fases, al tener en cuenta la aprobación definitiva del Plan Especial del puerto en tramitación y la finalización de las concesiones existentes en vigor. Todas las actuaciones deberán cumplir el plan vigente del puerto así como el nuevo que se encuentra en tramitación, que contempla una reducción de la altura de los inmuebles.
La empresa adjudicataria construirá y gestionará además dos aparcamientos subterráneos de aproximadamente 200 plazas para uso particular y prohibido a las empresas de alquiler, uno en la zona de levante, de casi 5.000 metros cuadrados, y otro en la de poniente, de 2.600 metros cuadrados.