Baleares liderará en 2023 el aumento del PIB y el descenso del paro, pero no recuperará la actividad 2019, según Funcas

Archivo - Turistas en Ibiza contemplando la puesta de sol.
Archivo - Turistas en Ibiza contemplando la puesta de sol. - Germán Lama - Europa Press - Archivo
Publicado: lunes, 6 marzo 2023 13:58


PALMA, 6 Mar. (EUROPA PRESS) -

Baleares será este año el territorio con mayor crecimiento del PIB, un 3,3%, y con mayor descenso del paro, gracias a la "plena normalización" del turismo internacional, según las previsiones autonómicas de Funcas, que muestran, sin embargo, que el archipiélago no volvería todavía a los niveles de actividad de 2019.

Según las previsiones de Funcas, de entre las grandes comunidades turísticas, Baleares no es de las que dispone de mayor margen de recuperación en cuanto a llegada de visitantes internacionales, pese a lo cual, el fuerte peso de esta actividad sobre su economía implica que será la región donde mayor será su aportación al crecimiento del PIB.

En definitiva, Funcas considera que la dependencia del sector turístico es el principal condicionante de la región. En 2022 la economía balear avanzó un 12%, más del doble que la media nacional, pese a lo cual seguiría siendo, junto a Canarias, la región más alejada del nivel de actividad previo a la pandemia, y un 10,7% en 2021, casi el doble que la media nacional. En el mercado laboral, se espera un descenso de la tasa de paro hasta el 8,9%, uno de los mejores resultados de España.

Según estas previsiones, todas las comunidades autónomas se desacelerarán en 2023 como consecuencia del impacto de la inflación en la capacidad de compra de las familias, en un contexto de incertidumbre global y de subida de los tipos de interés.

A pesar de ello, y tras la intensa recuperación de 2022, 10 regiones habrán recuperado ya este año el nivel de PIB previo a la pandemia.

Andalucía, Comunitat Valenciana, Madrid, País Vasco y La Rioja se sumarán a las cinco que ya consiguieron este hito el año pasado -Aragón, Castilla-La Mancha, Galicia, Murcia y Navarra-.

Por su parte, Asturias, Baleares, Canarias, Cantabria, Castilla y León, Cataluña y Extremadura aún se mantendrán por debajo del nivel de actividad registrado en 2019.

En cuanto al efecto de los fondos europeos, las comunidades con más presencia de la industria de bienes de equipo y servicios avanzados a empresas, como Cataluña, Madrid, Navarra y País Vasco, podrían resultar las más beneficiadas, no por el reparto territorial de los fondos sino por el potencial de aprovechamiento de estos estímulos por parte del tejido empresarial de las diferentes regiones.

Las cuatro crecerán el 1,4%. Por otro lado, también existe un importante margen de recuperación del sector del automóvil en Castilla y León y Comunitat Valenciana.

La tasa de paro seguirá descendiendo en todas las comunidades autónomas. El buen comportamiento del mercado laboral, con un incremento generalizado de la afiliación a la Seguridad Social y una reducción de la tasa de temporalidad, ha permitido que la tasa de desempleo en términos de EPA se sitúe por debajo de los niveles anteriores a la pandemia en todas las regiones, salvo Madrid y Navarra, donde ya era relativamente bajo.

En algunos casos, como en las comunidades del valle del Ebro, se ha situado por debajo del doble dígito. La tendencia a la reducción del paro ha sido más pronunciada en las comunidades con más desempleo, como Andalucía, Castilla-La Mancha y Extremadura, de modo que se ha producido una convergencia por primera vez desde el estallido de la crisis financiera.

En 2022 la intensa recuperación iniciada en el ejercicio anterior se prolongó en todas las comunidades autónomas, con el turismo y el sector exportador como motores del crecimiento.

El brote de inflación influyó en la evolución del consumo. En términos medios, el IPC aumentó entre el 7,5%-8% en algunas comunidades y más del 9,5% en otras.

Este diferencial se explica sobre todo por la disparidad del alza de los precios energéticos y de los alimentos entre los diferentes territorios.

Así, la subida del coste del transporte ha podido incidir con más intensidad en la cesta de la compra de las comunidades con más dispersión de población, que en los territorios con una alta concentración urbana.

En estos últimos, además, las condiciones de competencia han podido amortiguar el traslado del shock de costes a los precios finales, en cuyo caso, los diferenciales de inflación se reducirán con el tiempo

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