La implantación de la recogida selectiva de la fracción orgánica en las ciudades es "de extrema prioridad", según Rezero
Pañales y productos menstruales desechables representan casi el 2% en peso de la generación total de residuos en Baleares
PALMA, 25 Oct. (EUROPA PRESS) -
Baleares consiguió en 2021 el objetivo de reducir la generación de residuos un 10 por ciento respecto a 2010 aunque tendrá que lograr una reducción de un 9 por ciento adicional si quiere cumplir el objetivo para 2030 y que consiste en la reducción de la generación hasta un 20 por ciento respecto a 2010.
Son datos de Rezero, que ha publicado este martes el informe 2022 'Baleares hacia el Residuo Cero. Situación actual e indicadores para la transición', continuación del publicado en 2019, y que es una radiografía del estado de las tendencias del consumo de recursos naturales y la generación de residuos en el archipiélago.
El informe analiza 24 indicadores dentro del periodo 2010-2020 que se articulan a partir de cinco ejes: prevención y generación de residuos, gestión y tratamiento, consumo, responsabilidad ampliada del productor y política municipal.
El texto destaca la inversión de la tendencia al alza --en 2018 se registró el nivel máximo de generación de residuos-- anotada en 2020, con una reducción del 16% respecto a 2010 y del 24% respecto a 2019.
En este punto, el informe recuerda el impacto de la pandemia unido a la entrada en vigor de la ley balear de residuos. De este modo, el estudio es una "primera fotografía" del impacto de la ley de residuos y las consecuencias de la pandemia asociadas a patrones de consumo y generación y gestión de residuos.
Rezero ha hecho hincapié en que a pesar de la consecución del objetivo autonómico en 2021, será necesaria una reducción del 9% adicional para cumplir los objetivos de 2030 y ha instado a permanecer alerta a los efectos de la recuperación económica de los próximos años.
RELACIÓN ESTRECHA ENTRE PIB Y GENERACIÓN DE RESIDUOS
La organización ha recordado que la relación entre el PIB del archipiélago y la generación de residuos es todavía "muy estrecha". De este modo, el informe muestra que en 2020 tanto la generación de residuos como el PIB disminuyen de forma importante respecto al año
anterior.
Rezero ha admitido que si bien la entrada en vigor de la ley de residuos ha llevado aparejados datos "muy positivos" como el aumento en gasto público, el aumento de 'puntos verdes' autorizados o el aumento de municipios con un sistema 'puerta a puerta' que mejora la recogida selectiva, el 85% de los residuos sigue teniendo tratamiento finalista. Esto significa que el 85 por ciento del peso de los residuos acaba en el vertedero o la incineradora, volumen que se traduce directamente en emisiones de gases de efecto invernadero.
Este porcentaje, han añadido, se mantiene constante a lo largo de los años y supone entre el 3-4 por ciento del total de las emisiones generadas.
Rezero argumenta que en el actual contexto de crisis climática, el tratamiento finalista de los residuos "no es un buen negocio" y reclama la reversión de la actual tendencia hacia un modelo que prolongue la vida de los productos a través de la reutilización y la preparación para la reutilización a través del reciclaje de calidad.
La entidad ha recordado que el objetivo balear de preparación para la reutilización y el reciclaje de todas las fracciones ordinarias de residuos municipales para el 2030 es del 65 por ciento en peso del total generado.
Sin embargo, el informe muestra que la recogida selectiva sigue "estancada" por debajo del 30 por ciento y al reutilización está "muy por debajo del potencial".
Para Rezero, la implantación de la recogida selectiva de la fracción orgánica domiciliaria por parte de los municipios de Baleares, especialmente en las grandes ciudades, "es una cuestión de extrema prioridad".
En este sentido, Rezero recuerda que el número de municipios con recogida puerta a puerta (PaP) ha ido aumentando progresivamente
en la última década, pasando de 29 municipios en 2010 a 39 municipios en 2020.
Actualmente el 58,2% de los municipios de las Islas disponen de sistema PaP y todos están en Mallorca, a pesar de que hay previsión que los municipios de Maó y Es Castell (Menorca) incorporen
próximamente este servicio de recogida de residuos.
TENDENCIA ANCLADA EN EL USAR Y TIRAR
Por otra parte, el informe alerta también sobre el crecimiento de algunas tendencias de consumo ancladas todavía en "la cultura de usar y tirar". Así, presenta como ejemplo el caso de las cápsulas de café, los pañales y los productos de higiene femenina.
Según apuntan, pañales y productos menstruales desechables representan, en conjunto, casi el 2% en peso de la generación total de residuos en Baleares, con unos elevados costes asociados a su recogida y tratamiento por parte de la administración pública y sin tener asociado un sistema de Responsabilidad Ampliada al Productor (RAPE).
Rezero también advierte que el consumo de agua envasada "no experimenta ningún declive", a pesar de las políticas encaminadas a la reducción de los plásticos desechables.
La directora general de Rezero, Rosa García, reclama que para Baleares son urgentes "actuaciones efectivas de prevención, reutilización y recogida selectiva de calidad" en el contexto actual de crisis climática, falta de suministros e inestabilidad geopolítica global.
"Los sectores tienen que sentirse partícipes e impulsores de una innovadora logística de las Islas para limpiar y reutilizar los envases de vidrio. Solo así ganaremos en autonomía, justicia social y resiliencia", ha añadido García.
Según la directora general de Rezero esta fórmula es "clave" para desatar los residuos del PIB, para equilibrar la generación de residuos por el aumento estacional de población visitante y para reducir las emisiones de efecto invernadero asociadas al tratamiento de residuos.
Con el objetivo de seguir avanzando hacia el escenario de residuo cero y la mejora en la gestión de los residuos, Rezero reclama la consolidación de la implantación de la ley de residuos, así como una nueva política municipal de gestión preventiva.
La entidad insiste en cambiar los patrones de consumo y en la necesidad de seguir impulsando campañas de educación ambiental.