PALMA 9 Ago. (EUROPA PRESS) -
La baloncestista mallorquina, Juana Camilión, quien este viernes ha sido homenajeada en Palma, ha asegurado que, tras que esta semana haya logrado la medalla de plata, con la selección española femenina de baloncesto 3x3, en los Juegos Olímpicos de Paris 2024, durante los cuales ha podido saludar al Rey, a la Reina, a Pau Gasol e, incluso, le ha seguido Rafa Nadal en Instagram, aún sigue "en una nube".
Camilión se ha pronunciado así, en declaraciones a medios, tras el homenaje que el Ayuntamiento de Palma le ha rendido como "ejemplo de esfuerzo y dedicación", tras proclamarse subcampeona olímpica con la selección española femenina de baloncesto 3x3.
"Están llegando tan rápido cosas que no me hubiera imaginado nunca, como este homenaje en el Ayuntamiento, el increíble apoyo que estoy recibiendo yo, el baloncesto 3x3 y todos los deportistas mallorquines, que todavía no lo he asimilado", ha reconocido.
"Yo creo que lo que está pasando ahora mismo, después de la plata, es todo el 'boom', además, llevó solo tres días en Palma, tras los JJOO, por lo que creo que no será hasta mi regreso a Madrid, cuando esté en el piso con mi compañera, solas las dos", se da la circunstancia de que comparte piso con Gracia Alonso, también parte de la selección española femenina de baloncesto 3x3, "cuando será el momento de asimilarlo todo todo poco a poco".
En todo caso, Camilión ha asegurado que siente "orgullo" al ver toda la gente que la para por la calle para trasladarle su enhorabuena, así como también por como se ha volcado con ella la ciudad de Palma y, sobre todo, su barrio, Es Molinar, donde se instaló una pantalla gigante para ver sus partidos.
"Es algo que me ablanda el corazón", ha manifestado, destacando que "es muy bonito que la gente vea que alguien de Mallorca ha podido llegar a unas olimpiadas" especialmente, "para las niñas pequeñas, ver que alguien de su misma isla está ahí, en unos JJOO, es muy bonito" aunque, ha precisado, "lo más importante es haber dado visibilidad al baloncesto femenino y al 3x3".
"Esta ciudad, esta isla me ha dado tanto que está bien devolverles un poquito en forma de medalla", ha hecho hincapié Camilión. Una medalla que, todo y que tiene claro que se la llevará al piso donde vive en Madrid, según ha dicho, "todavía no sabe donde la colocará". Pues, al parecer, no les dieron una caja para guardarla, de modo que, según ha apuntado, tendrá que "buscar en Internet una caja de cristal" para "allí" guardarla "con muchísimo cariño".
LA MEDALLA DE PARÍS, "UNA PLATA QUE SABE A ORO"
Y es que, pese a que "jugar dos partidos seguidos no era problema" para la selección, ya que, según Camilión, las baloncestistas están acostumbradas a jugar dos y tres partidos por día", fue "agotador" lo que significaba cada partido de esos, "especialmente la semifinal, contra Estados Unidos, porque se sabía que iba a ser dura". Por ello, no es de extrañar que, en cuanto consiguieron vencer a la selección de EEUU, las españolas se quitaron un peso de encima, como ella misma ha dicho.
"Yo lo sigo diciendo, soy muy competitiva, no me gusta perder, pero para mí perder en la final contra Alemania fue como si hubiéramos ganado. El hecho de tener la plata asegurada, era ir a luchar pero disfrutar lo más que pudimos y eso fue lo que hicimos, nos quedamos muy a las puertas pero ni lo pensamos. Fue una plata que sabe a oro", ha subrayado la baloncestista mallorquina.
Pues, según ha reiterado, "no imaginábamos todo lo que hemos conseguido", ni siquiera aunque "conseguir medalla fuera una posibilidad, porque de ocho equipos la logran tres, de modo que por porcentajes las opciones eran buenas".
"Nosotras íbamos a disfrutar y a ver qué pasaba. Nuestro objetivo era competir con Francia, Alemania y Azerbaiyán, que éramos los más flojitos por así decirlo", ha explicado, valorando que "la amistad, el esfuerzo y la garra que puso el equipo fue lo que permitió disfrutar y poco a poco sacar resultados". En su opinión, de hecho, "esa fue la clave de que España se clasificara directas a semis y luego haber conseguido esto, que es un sueño".
Todo esto a nivel equipo, pero Camilión también ha contado como se sintió a nivel personal. "Los primeros partidos me vi un poco más nerviosa, normal porque son unas olimpiadas y cada partido es importante, pero intento no pensar mucho, cuando juego, ni antes, ni después de los partidos, para ver como ayudar al equipo", ha explicado. "Mi trabajo es defender, en eso es lo que me centré y ayudé al equipo", ha destacado, reconociendo que, tal vez, donde no fluyó tanto fue en ataque "como lo hubiera hecho" en otra competición, pero "porque son unas olimpiadas", ha incidido.
En cualquier caso ha asegurado que "al final" se fue encontrando "más cómoda" y lo que fue sacando en los momentos más decisivos fue por confianza en ella misma y del equipo en ella. También, porque quería ganar y disfrutar. "Yo disfruté como una niña pequeña en la pista, salió bien y yo encantada", ha reseñado.
PRÓXIMOS RETOS Y OBJETIVOS PERSONALES
Finalmente, en cuanto a los próximos retos, la baloncestista mallorquina ha señalado que, "en menos de una semana, hay un torneo en Bakú, Azerbaiyán, de preparación antes del Europeo, que es en Viena", donde espera que "los equipos vayan a morder" a España, "después de haber conseguido esto", y luego empezar pretemporada.
Asimismo, en relación a los objetivos personales, Camilión se ha marcado "disfrutar de esto, del europeo, de lo que queda de verano de 3x3 y de la temporada, que va a ser muy larga". "Voy paso a paso, disfrutando de cada momento que me llega y no te voy a decir que estoy pensando en las siguientes olimpiadas, porque éstas, las de París, todavía no han acabado, y para eso queda mucho", ha concluido.