Cerca de 350 personas asisten a la misa exequial por Benedicto XVI en la Catedral de Mallorca

Taltavull recuerda el último pronunciamiento del papa emérito y destaca su "intuición profética" y "magistral pedagogía"

PALMA, 9 Ene. (EUROPA PRESS) -

Cerca de 350 personas han asistido este lunes a la misa exequial por el fallecimiento de Benedicto XVI, celebrada en la Catedral de Mallorca y presidida por el obispo insular, Sebasti Taltavull, quien ha recordado el último pronunciamiento del papa emérito durante la Homilía.

"El que siempre nos había hablado del amor de Dios con tanta profundidad, sabiduría y ternura, nos ha demostrado quien es la fuente de su enseñanza y la razón fundamental de su vivir", ha dicho el obispo en la misa de este lunes.

"Desde la perspectiva de la importancia que tiene el amor en la vida de toda persona, el papa Benedicto nos ha dejado el mensaje de haber discernido muy bien la voluntad de Dios cuando ha querido que tengamos una esperanza viva y que poseamos una heredad incorruptible e indestructible", ha continuado Taltavull, destacando la "intuición profética" y "magistral pedagogía" de Benedicto XVI.

La misa exequial en honor al papa emérito ha empezado poco más tarde de las 19.00 horas. Taltavull ha estado acompañado del vicario general, Josep Adrover, diez canónigos de la Seu y 55 sacerdotes de la Diócesis.

"Al fin de los años que el Señor ha concedido al papa y que en su testamento espiritual agradece desde los diferentes lugares en que ha vivido, al Dios que siempre ha amado, predicado y enseñado ahora ha podido decirle 'Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu'", ha concluido el obispo.

Esta celebración en La Seu se suma a las que a lo largo del fin de semana han tenido lugar en otras diócesis españolas. En Roma, el funeral de Benedicto XVI se celebró el 5 de enero a las 9.30 horas en la Plaza de San Pedro del Vaticano, y fue presidido por el Papa Francisco.

El papa emérito Benedicto XVI falleció el pasado 31 de diciembre a los 95 años en el monasterio Mater Ecclesiae del Vaticano, donde residía desde su renuncia al pontificado en 2013.