PALMA 22 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Consell de Mallorca ha iniciado los trámites para permitir cazar en sus fincas públicas, entre las que se encuentran Tossals Verds, Son Fortuny, Son Massip, So n'Amer o Sa Coma d'en Vida.
Así lo ha anunciado este sábado el conseller insular de Medio Ambiente, Medio Rural y Deportes, Pedro Bestard, durante su visita a la feria Cinegética 2025 que se celebra este fin de semana en Madrid.
Bestard ha asegurado que su departamento ya trabaja en el procedimiento de declaración de cotos de caza y de certificación de sus fincas públicas en base al decreto de regulación de población caprinas.
Esta medida, ha argumentado, permitirá mejorar el control de las poblaciones caprinas y la buena gestión de las tareas de conservación de la cabra salvaje mallorquina.
En las fincas públicas que son titularidad del Consell como Tossals Verds, Son Fortuny, Son Massip, So n'Amer o Sa Coma d'en Vidal, ha incidido el conseller, hay "poblaciones gestionadas de cabra salvaje mallorquina de gran relevancia".
"Estas fincas inicialmente constituían cotos de caza, pasando posteriormente por la figura de caza controlada y refugios de fauna", ha precisado. Muy pronto ostentarán el distintivo de buena gestión que supone el certificado de calidad, para seguir la tarea de conservación de la cabra salvaje mallorquina", ha precisado.
El citado certificado, ha sostenido, "conlleva el censado y seguimiento individualizado de las poblaciones caprinas en cuanto a calidad genética y densidad", de modo que con un número de ejemplares inferior se puede conseguir "proteger la flora de las fincas y evitamos la erosión del terreno" y que las poblaciones de cabras se hallen "en mejor estado fisiológico".
Bestard ha subrayado que "la función social, de divulgación y de espejo de buenas prácticas debe ser inherente a las fincas de titularidad pública", por lo que espera que la gestión del Consell "encuentre la mejor cabida y la mayor difusión en medios de comunicación, redes sociales, ferias y acontecimientos públicos". Asimismo, ha agradecido la colaboración de asociaciones de varias modalidades de cazadores para comenzar a adoptar esta medida.
Según ha informado la institución insular en un comunicado, la cabra salvaje mallorquina "supone un recurso genético original que debe ser preservado desde varios ámbitos de conservación", pero es a su vez "un caprino de gran valor trofeístico".
Eso ha animado a que un número cada vez mayor de fincas privadas se acojan a este modelo de gestión, puesto que implica un control de las poblaciones caprinas a la vez que se genera valor añadido.
La cabra salvaje mallorquina sólo se puede cazar y comercializar en los cotos y fincas con certificado de calidad de caza mayor, bajo precinto y bajo la supervisión de guías de caza mayor acreditados por el Consell insular o por agentes ambientales de la misma administración. Los ejemplares que se abaten "son los necesarios para estabilizar demográficamente la población a una densidad controlada".
Es por ello, ha concluido Bestard, que con la certificación de calidad en las fincas públicas gestionadas por la institución insular "se avanzará en un modelo de gestión de calidad" que aunara "caza y conservación" y se conjugará "con un mensaje en positivo para el medio ambiente, para la sociedad, para las fincas y propietarios, así como para los propios cazadores y gestores de poblaciones silvestres".
"Es una apuesta que generará dinámicas favorables para nuevas fincas privadas en la Serra de Tramuntana y en la península de Artà, las cuales recibirán todo el asesoramiento técnico necesario por parte del Departamento de Medio Ambiente del Consell de Mallorca", ha zanjado.