El Consell de Mallorca recibe las llaves de la central térmica de Alcanada

El Consell de Mallorca recibe las llaves de la central térmica de Alcanada.
El Consell de Mallorca recibe las llaves de la central térmica de Alcanada. - CONSELL DE MALLORCA
Publicado: miércoles, 7 diciembre 2022 16:48


PALMA, 7 Dic. (EUROPA PRESS) -

El Consell de Mallorca ha recibido este miércoles las llaves de la central térmica de Alcanada como gesto simbólico de la adquisición de la infraestructura por parte de la institución insular.

El acto ha tenido lugar este miércoles y en él han participado la presidenta insular, Catalina Cladera, la presidenta del Govern, Francina Armengol, el conseller de Fondos Europeos, Universidad y Cultura, Miquel Company, la alcaldesa de Alcúdia, Brbara Rebassa, y director general de Endesa en Baleares, Martí Ribas.

"Recuperamos la central de Alcanada. A partir de hoy este lugar es patrimonio de todos los mallorquines", ha señalado Cladera, que ha remarcado que ahora queda definitivamente preservado de "cualquier intento de alteración de su fisionomía".

La presidenta insular ha remarcado que con esta compra el Consell da un paso definitivo hacia la protección de todo el entorno, la descontaminación y la rehabilitación de los restos industriales.

Por su parte, Armengol ha señalado que la central térmica es parte del patrimonio de la isla y del municipio y ha subrayado que tiene también un importante "significado histórico" para todas las familias que trabajaron en la antigua GESA.

La líder del Ejecutivo ha reivindicado que se está viviendo un tiempo "complejo de oportunidades" y que la central es un espacio con muchas posibilidades que puede ser "actualizado y adecuado a las necesidades del siglo XXI.

La presidenta del Govern ha expresado la necesidad de dar un salto cualitativo y cuantitativo en materia de transición energética y ha reivindicado el papel adelantado en esta materia por parte de Baleares.

La institución insular ha recordado en una nota de prensa que a principios de año la Comisión de Patrimonio instó a iniciar el expediente para la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) de la central, que será firme en 2023.

La declaración de BIC reconoce el valor patrimonial e histórico del conjunto de arquitectura industrial, la central proyecto de Vázquez Molezún, y el poblado anexo del arquitecto mallorquín Ferragut.

"Con la compra de la central de Alcanada, el Consell de Mallorca da sentido a la declaración de BIC y cierra una larga etapa de trabajo para conseguir preservar este patrimonio industrial y poner las bases para que toda Mallorca pueda admirarlo y disfrutarlo con un proyecto muy ambicioso como es el Alcúdia Tech Mar", ha afirmado Cladera.

En la nota de prensa, el Consell de Mallorca ha explicado que está previsto iniciar la descontaminación de los terrenos y de las instalaciones este mismo 2023, gracias a una partida de un millón de euros de los presupuestos insulares para el proyecto de la descontaminación y a cinco millones de euros de los Fondos de Transición que recibirá la zona de Alcúdia para ayudar desmantelar la central de Es Murterar.

Según han añadido, la recuperación de Alcanada se hará visible en una segunda fase, que contempla la restauración de las partes más emblemáticas de la central como las chimeneas, las naves de los generadores, las salas de control, las conducciones, la cinta de carbón y la marquesina de hormigón.

La primera de las tres turbinas que tuvo Alcanada se puso en marcha en 1957. Durante 25 años surtió de electricidad a buena parte de Mallorca, en una ubicación que permitía el fácil abastecimiento de carbón y otros suministros desde los barcos que llegaban al puerto.

La construcción de la central de es Murterar, más moderna y eficiente, hizo obsoleta la presencia de esta infraestructura y en 1982 dejó de producir electricidad.

El espacio se ha ido degradando a causa de los años de inactividad. Actualmente no es posible visitar las diferentes edificaciones por motivo de seguridad.

Cladera también ha remarcado que recuperar este lugar deja fuera a la especulación, preserva una parte del patrimonio industrial más reciente y hace posible que las instalaciones tengan un nuevo uso cultural y social.

"La Mallorca del futuro no se puede construir sin saber cómo hemos llegado hasta aquí", ha concluido la presidenta insular.

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