PALMA, 23 Oct. (EUROPA PRESS) -
Un agente de la Policía Nacional ha revelado este lunes la existencia de correos electrónicos a través de los cuales empresarios de locales de ocio nocturno de Magaluf recibían avisos de la inminencia de inspecciones de trabajo para estar prevenidos y solventar deficiencias.
En la sesión de este lunes del juicio contra un grupo de policías locales y empresarios acusados de extorsionar a locales de la competencia, el agente ha explicado, en relación a la contratación de trabajadores, que había "múltiples irregularidades", como menos horas de las trabajadas, gente sin contratos o continuas altas y bajas.
En la Audiencia Provincial sigue el juicio contra el exjefe de la Policía Local de Calvi, otros tres agentes y dos empresarios acusados de varios delitos de extorsión, amenazas y corrupción, entre otros. La Fiscalía pide para todos ellos penas de prisión que rozan los 30 años, así como penas de inhabilitación para los funcionarios públicos.
Los locales de los acusados, ha añadido, presentaban ganancias en algunos casos del triple de lo declarado y que obtenían, por ejemplo, con la comercialización de productos o servicios no permitidos como globos de la risa o bailes privados. "La recaudación diaria era muy importante y no se correspondía con la realidad", ha afirmado.
Cabe recordar que, según la acusación que realiza el Ministerio Público, dos de los policías locales, el exjefe de Calvi, José Antonio Navarro, y el exjefe de Marratxí, Antonio Ledesma, también habrían obtenido beneficios trabajando directamente como asesores laborales para las empresas, cobrando las facturas a través de sociedades a nombre de terceras personas.
Sobre esto, el mismo agente de la Policía Nacional ha relatado algunas cuestiones que le llamaron la atención en el transcurso de su investigación. Se ha referido a una única facturación al año y con un único cliente, a cambios en la denominación de la asesoría, o a la existencia de un documento que "parecía que quería simular" que la responsable era una persona, la esposa de uno de los acusados, cuando no era así.
En este punto, también se ha referido a la existencia de correos electrónicos en los que varias personas reconocían que quienes estaban prestando los servicios eran precisamente los policías acusados y no la esposa de uno de ellos. "No era la contabilidad habitual de una asesoría", ha apuntado.
En todo caso, a preguntas del abogado Jaime Campaner, que ejerce la defensa de José Antonio Navarro, el policía ha admitido que no comprobó la fecha de constitución de la misma, que podría haber sido poco antes de la primera factura. También ha reconocido que no investigó cuentas bancarias y que tampoco recuerda si se investigaron o no que los pagos a la asesoría se hicieran por transferencia.
En otro momento de la investigación, un detective ha explicado que fue contratado por la competencia de los acusados para comprobar si había diferencias de trato respecto a los tiqueteros y si todos cumplían igualmente las ordenanzas municipales.
Según ha explicado, sí que constató la existencia de tiqueteros que no cumplían con la reglamentación de investigación y que en el momento de llamar a la policía, desaparecieron.
Su cliente, ha añadido, le dio una lista con los lugares que debía visitar y a qué horas.