PALMA, 9 Abr. (EUROPA PRESS) -
Agentes de Policía Nacional han dado por finalizado un dispositivo en el que se ha detenido a una mujer, de origen argentino y 43 años, que ejercía de 'madame', como presunta autora de un delito relativo a la prostitución y contra los derechos de los trabajadores, en Palma.
Según ha informado la Policía este domingo en una nota de prensa, la investigación se inició el pasado mes de marzo con motivo de las inspecciones aleatorias que se realizan en viviendas y locales donde se ejerce la prostitución, por parte del grupo I de la Brigada de Extranjería.
En muchos casos, ha continuado la Policía, las mujeres extranjeras en situación irregular son las 'trabajadoras' prioritarias en este tipo de negocios, dada la vulnerabilidad personal y económica que para ellas supone el no disponer de Tarjeta de Residencia que las autorice a trabajar legalmente, añadido el hecho de que muchas de ellas son madres con hijos de corta edad a los que dejan al cuidado de abuelos u otros familiares y que en multitud de casos dependen en gran parte del dinero que puedan enviarles desde España.
Fruto de estas inspecciones preventivas, los agentes llevaron a cabo, consecutivamente, dos inspecciones en una vivienda-prostíbulo ubicada en la barriada de Pere Garau de Palma.
Allí, los policías detectaron una decena de mujeres mayores de edad y que, si bien ejercían la prostitución de manera voluntaria, lo hacían en condiciones gravosas y muy lejos de ser reconocidas, valoradas e incentivadas como trabajadoras, a pesar de generar importantes beneficios para la 'madame'.
Pues, según ha explicado la Policía, la 'madame' se quedaba con hasta un 50% de cada uno de los servicios sexuales prestado en algunos casos o les cobraba un alquiler abusivo por permitirles pernoctar en la vivienda, hacinadas en habitaciones compartidas con camas literas donde se instalaban hasta cuatro mujeres.
UNA BARRA DE BAR EN EL SALÓN DE LA VIVIENDA A MODO DE LOCAL
Asimismo, en el salón de la vivienda-prostíbulo se había instalado una barra tipo bar donde se servían 'copas' a los clientes que lo demandasen e incluso podían invitar a las mujeres quienes compartían los beneficios al 50%.
Tras comprobarse en las dos inspecciones, se certificó que la vivienda-prostíbulo había sido reconvertida en un local clandestino con servicio de bar, además de los intercambios sexuales propios de los prostíbulos y abierto al público las 24 horas.
La Policía llevó finalmente a cabo una tercera inspección, esta vez en colaboración con la Inspección de trabajo y Seguridad Social, en la que se levantaron las actas correspondientes y se procedió a la detención de la supuesta responsable del negocio como presunta autora de delitos relativos a la prostitución y contra los derechos de los trabajadores.