PALMA DE MALLORCA, 7 Mar. (EUROPA PRESS) -
Diferentes testigos han señalado ante el juez que varios mandos de la Policía Local conocían el trato de favor al Grupo Cursach y que incluso participaban de él.
Así lo expone el auto de prisión dictado por el juez Manuel Penalva contra el empresario Bartolomé Cursach y uno de sus directivos, Bartolomé Sbert.
En el auto, el juez considera que "el control que ejerce el sr. Cursach sobre la policía y sus mandos ha sido corroborado indiciariamente además de por los testimonios", mediante testificales de agentes investigados, empresarios y agentes de policía.
En concreto, el juez incide en que Cursach ejercía "control absoluto" sobre diferentes mandos de la Patrulla Verde y la Policía Local.
Uno de los testigos, agente de la policía local, afirma que puso en conocimiento de sus superiores algunas de estas irregularidades y que éstos le dijeron que "eran hechos muy graves" y que se iniciaría una investigación interna "que parecer ser nunca se produjo o no llegó a ninguna parte". Después, relata que se sintió "perseguido" dentro del Cuerpo y que sufrió "represalias" al ser cambiado de destino.
Otro testigo de dentro del Cuerpo declaró que uno de los policías implicados le entregó un montón de expedientes que afectaban a los negocios de Cursach, no tramitados, y que los tiró por miedo porque otro de los implicados le había hecho "alguna insinuación sobre lo que podría ocurrirle".
Además, la "organización criminal" que ve el juez en el Grupo Cursach ostentaba un "control total sobre los agentes y mandos policiales" quienes "presionaban, coaccionaban, perjudicaban o reprendían a los agentes que legalmente actuaban contra algún establecimiento del Grupo Cursach". Por ejemplo, dos agentes implicados gritaban los nombres de otros dos policías para amenazarles mientras hacían prácticas de tiro y añadían "muertos", algo que no pudo pasar desapercibido para los mandos puesto que lo sabía "hasta la señora de la limpieza".
Para el juez el control del Grupo Cursach sobre los agentes "y lo que es peor, sobre sus mandos" se refleja en el episodio vivido por un agente que realizó una actuación afectando al establecimiento Megapark, por haber ido a realizar la inspección en un día diferente al que le habían indicado inicialmente sus superiores. Por esta actuación, fue "presionado" por el entonces comisario Joan Miquel Mut y el jefe de la Patrulla Verde Biel Torres. Según este relato, Mut "reprendió y presionó seriamente" al indicado agente "instándole a modificar el atestado" en presencia de Sbert.
Por otro lado, un policía detenido ha declarado que el excomisario Rafael Estarellas le dijo "que lo tenía muy bien con el alcalde y con Gijón" pero que tenía que "mesurar" la relación de los policías con el Grupo Cursach con lo que entendió que Estarellas conocía la relación y la "consentía" aunque consideraba que tenía que ser "más discreta".
Este testigo también indicó que el comisario Estarellas "estaba enterado de todo" y que "hablaba habitualmente con Bergas", y que otros mandos, entre ellos el excomisario Mut, "comían en una finca de Felanitx de Tolo Cursach en verano y una vez al mes". De hecho, este declarante dijo haber escuchado "rumores en el cuartel" de que Cursach "agasajaba" con comidas o cenas a mandos policiales "y especialmente a los de la Playa de Palma".
Además, un testigo protegido asegura que era "frecuente" ver a Biel Torres en las oficinas centrales del Grupo Cursach situadas en MegaSport.