PALMA 24 Nov. (EUROPA PRESS) -
Agentes de la Policía Nacional han detenido a dos jóvenes, de origen español, de 25 y 19 años, como presuntos autores de un delito de falsificación de moneda, estafa y falsedad documental, por comprar un móvil de alta gama, ofertado por la víctima en una conocida página de venta de objetos entre particulares, con ocho billetes de 100 euros falsificados, a través de un perfil con datos falsos haciéndose pasar por otra persona, en Mallorca.
En una nota de prensa, la Policía ha informado que los sospechosos, usando un perfil con datos falsos, se citaron con la víctima en un centro comercial de Palma para comprar su terminal, que pagaron con ocho billetes de 100 euros falsificados.
La víctima no fue consciente de la naturaleza de los billetes hasta que intentó ingresarlos en su sucursal bancaria, donde fue informado del engaño. Y es que, según ha acreditado un informe pericial emitido por el Banco de España, se trata de una serie de billetes falsos calificada como "peligrosa" por su elevada calidad.
De este modo, los sospechosos lograron engañar a la víctima para que les entregase voluntariamente el teléfono. Los hechos, además de calificarse penalmente como expendición de moneda falsa, también son constitutivos de un delito de estafa.
No obstante, la lista de infracciones no termina ahí, pues para ocultar su identidad, los sospechosos usurparon la de otra víctima, residente en la Península, celebrando un contrato con un operador de telefonía con sus datos para conseguir la línea usada para contactar a la víctima, lo que dificultó sobremanera la investigación policial.
Personal especializado del grupo de Blanqueo de la Policía Nacional ha necesitado desarrollar múltiples gestiones para poder dar con los autores, pues a priori el único dato fiable que podía facilitar la víctima era el teléfono por el que éstos le habían contactado, que constaba a nombre de un tercero ajeno a los hechos. En ese punto, los investigadores solo contaban con ese dato y una grabación de seguridad del centro comercial con imágenes borrosas de los sospechosos.
Sin embargo un arduo trabajo basado en el uso de esa línea telefónica y en el cribado de personas que pudieran haber hecho uso de la misma permitió ir reduciendo la lista de sospechosos potenciales hasta llegar a los dos detenidos.
Uno de ellos fue localizado en su domicilio en Sa Pobla este pasado martes, 19 de noviembre. El segundo, sin embargo, pudo en un primer momento evadir la acción policial, pues al intentar su detención simultánea con el otro sospechoso, se comprobó que éste había tomado un vuelo a la Península esa misma mañana.
A pesar de ello, los agentes averiguaron que tenía previsto retornar el miércoles por la tarde, por lo que establecieron un dispositivo en colaboración con funcionarios destacados en la Comisaría que la Policía Nacional tiene en el aeropuerto de Son Sant Joan, de Palma, logrando apresarle en la terminal. Los dos presuntos autores han sido puestos a disposición judicial. Los investigadores lograron recuperar el teléfono móvil.
HECHOS INUSUALES EN MALLORCA
Los billetes falsos en Mallorca son, afortunadamente, un fenómeno infrecuente, algo que los investigadores atribuyen a la insularidad. Y es que el método usualmente empleado por las organizaciones dedicadas a "colocarlos", conocido como "de goteo", consiste en ir desplegando personas con fajos de billetes falsificados en una localidad, en la que realizan numerosas compras de productos de pequeño valor, obteniendo como beneficio el dinero real recibido como cambio. Ese proceso, para que los autores puedan evitar la acción policial, implica que los sospechosos se muevan constantemente de ciudad en ciudad, algo problemático en una isla.
Los billetes intervenidos proceden de una serie elaborada en Bulgaria hace años, donde los responsables de ese país eslavo se labraron una reputación al haber producido las primeras falsificaciones de euros de alta calidad conocidas, que dieron lugar a complejas investigaciones internacionales que llevaron al desmantelamiento de talleres clandestinos en ese país, si bien todavía quedan algunos ejemplares en circulación, como los intervenidos en esta ocasión.
Se trata de un delito muy castigado, con penas que van desde los dos hasta los 12 años de prisión dependiendo del papel desempeñado por el autor en el proceso de falsificación e introducción de los billetes. Esta gravosa penalidad, similar a la prevista en los códigos penales de todos los países del mundo, responde al grave riesgo para el sistema económico que suponen los billetes falsos, pues una introducción masiva de los mismos pondría en jaque la credibilidad del sistema monetario, y en el caso de una divisa de referencia como el euro, tendría graves repercusiones para la economía mundial. Por este motivo los acuerdos internacionales para la represión de este delito se remontan al siglo XIX, y todas las fuerzas policiales del mundo cuentan con expertos en la materia, no siendo la Jefatura de Baleares una excepción.