PALMA 30 Ene. (EUROPA PRESS) -
La entidad pública de navegación aérea Enaire ha anunciado el traslado del Centro de Control de Baleares y sus dependencias del aeropuerto de Palma al aeródromo de Son Bonet, con el objetivo de ampliar y renovar los espacios destinados a nuevos equipos de navegación aérea y sus instalaciones.
El traslado está motivado por razones de "eficiencia operativa" y "optimización de los recursos, infraestructuras e inversiones públicas", por lo que desde la entidad han aseverado que "no afectará a la continuidad del servicio", según ha avanzado Enaire en un comunicado.
Del mismo modo, también se trata de disponer de una sala de contingencia separada físicamente de las instalaciones actuales, para "aumentar la resiliencia de los servicios".
"La mejora tecnológica facilitará la implantación de nuevas operativas en la gestión del espacio aéreo, para mejorar la calidad del servicio y reducir el impacto ambiental", ha defendido Enaire.
Además, la actuación permitirá adecuar las dependencias de esta entidad pública a la normativa en materia de eficiencia energética y sostenibilidad.
La dirección regional balear de Enaire, el Centro de Control Aéreo y la Torre de Control del aeropuerto se encuentran actualmente dentro del recinto aeroportuario de Palma, donde Aena acometen unas obras de remodelación.
Esta remodelación para la mejora de la calidad del servicio al pasajero, implica modificaciones en los accesos, entre ellos, al Centro de Control de Baleares.
Las obras de adecuación, necesarias para conseguir materializar los objetivos de la reforma y ampliación del Centro de Control, obligarían a hacer inversiones "significativas" en un emplazamiento "muy limitado", por lo que se ha considerado que el traslado es "lo más óptimo".
"La apuesta por una inversión eficiente, sostenible y de futuro ha motivado la decisión de trasladar la actual sede de la dirección regional y el Centro de Control de Baleares a otro emplazamiento en el aeródromo de Son Bonet", ha explicado la empresa pública, a lo que ha agregado que la Torre de Control se mantendrá en el aeropuerto de Palma.
Así, esta decisión se materializará mediante la preparación de los correspondientes proyectos, en un contexto de "racionalidad inversora", tanto en la infraestructura como en los equipos e instalaciones de navegación aérea.
El proceso de traslado se producirá para asegurar la continuidad de los servicios y mantener unas tasas que son "muy competitivas", en comparación con los proveedores de referencia europeos equivalentes.
Enaire y Aena ha recalcado que trabajan en un plan de transición que permita compaginar los accesos al complejo, con el desarrollo de las obras aeroportuarias hasta la disponibilidad operativa del nuevo emplazamiento para el Centro de Control.
Una inversión qu, desde el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible han asegurado que confirma su "compromiso" con el refuerzo de la seguridad y calidad de servicio, la sostenibilidad y la eficiencia.
Unos ejes de actuación que han alegado que "pilotan el transporte aéreo" y que, en el caso de Baleares, tienen "una importancia muy relevante", al ser un "vector fundamental" del turismo nacional e internacional.