Un estudio del Imedea destaca la función crucial de los ecosistemas costeros contra los microplásticos

Microplásticos en una playa
Microplásticos en una playa - IMEDEA
Publicado: martes, 29 octubre 2024 16:42

PALMA 29 Oct. (EUROPA PRESS) -

Un estudio realizado por un equipo de científicas del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (Imedea UIB-CSIC) ha puesto de relieve la función crucial de los ecosistemas costeros en la acumulación y filtración de microplásticos.

El trabajo, realizado por las doctoras Gema Hernán y Fiona Tomas y la estudiante de máster Esther Rodríguez, proporciona una revisión de la contaminación por microplásticos en estos entornos y destaca su capacidad como filtros naturales de partículas plásticas.

En una nota de prensa este lunes, desde el Imedea han explicado que el estudio se centra en la presencia de microplásticos en praderas marinas, manglares y marismas. Exponen que desde 2011 varios estudios han abordado la problemática de microplásticos en estos ecosistemas, investigando su origen, distribución, caracterización y destino.

Así, uno de los hallazgos que destacan del estudio es que hay una distribución geográfica desigual de la investigación, con una mayor concentración de estudios en el hemisferio norte y en zonas de manglares donde se observan las mayores concentraciones de microplásticos, especialmente cerca de áreas urbanas y pesqueras.

Igualmente, la investigación subraya que casi el 40 por ciento de los estudios reportan una mayor acumulación de microplásticos en zonas vegetadas en comparación con áreas no vegetadas. Esto destaca, explican, el importante papel de estas zonas como filtros naturales.

Además, del estudio se desprende que los ecosistemas altamente degradados presentan concentraciones más elevadas de microplásticos que aquellos mejor conservados, subrayando la vulnerabilidad de los entornos deteriorados frente a la contaminación por plásticos.

En esta línea, la doctora Hernán señala que las praderas de fanerógamas y las marismas de las costas "se pueden convertir en puntos calientes de acumulación de microplásticos".

Por otro lado, el estudio revela que los microplásticos secundarios --fibras y fragmentos que resultan de la degradación de plásticos más grandes-- son los más comunes en estos ecosistemas. Los polímeros más abundantes son los de menor intensidad, como el polietileno, poliestireno y polipropileno.

Las autoras señalan como uno de los principales desafíos la falta de estandarización en los métodos empleados para medir y reportar la contaminación por microplásticos. Según apuntan, las diferentes en las unidades de medida, las profundidades de muestreo y los métodos de extracción ponen limitaciones a la hora de comparar los estudios, lo que "dificulta una comprensión más amplia del problema".

Por último, identifican la necesidad de investigar cómo influyen en la distribución de los microplásticos factores como la densidad de la vegetación, la diversidad de especies y la dinámica hidrológica.

Desde el Imedea han destacado que este trabajo representa un avance significativo en el conocimiento sobre este tipo de contaminación en ecosistemas costeros vegetados y subraya la importancia de continuar investigando para entender los efectos a largo plazo de esta problemática.

El estudio ha sido financiado por la Fundación BBVA, bajo el título 'Dinámica y acumulación del microplástico costero en comunidades fanerógamas marinas: Explorando los sistemas del litoral español'.

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