PALMA, 3 Jul. (EUROPA PRESS) -
El jefe superior de Policía de Baleares y exjefe de la brigada de Policía Judicial ha señalado este lunes, durante el juicio contra los investigadores del caso Cursach, que el Grupo de Blanqueo de Capitales "informaba mal y tarde", y que, "en la práctica, se comportaba como una unidad adscrita" al exjuez Manuel Penalva y al exfiscal Miguel Ángel Subirán.
Preguntado por el abogado defensor del expolítico del PP Álvaro Gijón, Oriol Rusca, por las detenciones de la causa ORA, el testigo ha indicado que sí supo de ellas, pero se enteró "poco tiempo antes". "Esta era una de las cosas que nos ocurrían con este grupo policial. Nos informaban siempre al límite, tarde, con información incompleta y alteraciones", ha reiterado a la Sala.
En este punto, ha contado que llegó a la Jefatura de la brigada de la Policía Judicial en julio de 2016 y se encontró "con un grupo muy integrado en una investigación y, en la práctica, se comportaba como una unidad adscrita".
Al respecto, el testigo ha asegurado que su intención fue recuperar el "esquema legal y normativo" de que las cosas pasaran por él. "En un momento dado creo que lo consigo, pero era una ilusión; ellos seguían trabajando a su ritmo y me informaban mal y tarde", ha insistido el policía.
Además, ha afirmado que "con el juez y el fiscal, la vida era muy difícil", señalando especialmente en este sentido a Subirán, de quien, según ha dicho, tuvo que dar cuenta en tres ocasiones a su jefe. "Me trataba de forma indigna, nunca me habían tratado tan mal. Era una persona que si le tenías alguna pega, te trataba fatal", ha lamentado el jefe policial.
Por otro lado, interrogado por la detención de Gijón y su familia, el testigo ha sostenido que, cuando trasladó a los acusados que lo mejor era su puesta en libertad, "la primera reacción fue que se quedaran en el calabozo".
Además, ha considerado que "parecía que el objetivo" era Álvaro Gijón. "Está claro que sí, era una persona aforada y estaban deteniendo a todas las personas a su alrededor; parece que el objetivo era él".
"ME APARTARON A UN LADO"
El exjefe de la Policía Judicial ha manifestado al Tribunal que tuvo la impresión de que la subinspectora Blanca Ruiz, acusada en esta causa, era la que "llevaba la voz cantante", y que el jefe de Grupo, José Luis García Reguera, "estaba sometido a su criterio".
Del policía acusado Iván Bandera, el testigo ha sentenciado que pensó lo mismo, "hasta tal punto" de creer "que era inspector".
En esta línea, ha declarado que el Grupo le apartó "a un lado" y que en reuniones con ellos vio "cosas extrañas y radicalidad". "Teníamos una situación de tensión constante. Nunca tuve la sensación de gobernar aquel grupo, porque estaba en realidad gobernado por el juez y el fiscal", ha remarcado.
También ha asegurado, en relación a las testigos, que era otra de las cosas con las que estaba "inconforme", porque no daban "una garantía muy grande", pero Reguera le insistía en que sus testimonios eran indiciarios.