Florit pensó que "era más importante" averiguar el delito que el derecho de los periodistas
PALMA DE MALLORCA, 27 Feb. (EUROPA PRESS) -
El fiscal Anticorrupción Juan Carrau, que ha declarado este jueves como testigo en el denominado 'caso Móviles', ha explicado que informó a favor del rastreo de llamadas a dos periodistas pues se estimó que era "menos invasivo" pedir los listados de sus terminales y "aplicar una búsqueda selectiva" con los teléfonos de los policías que "podían haber cometido el delito" para obtener las "evidencias" que pedir el listado de "30 o 40 funcionarios".
Carrau se ha manifestado así ante el Tribunal Superior de Justicia de Baleares (TSJIB) que juzga al magistrado Miguel Florit por la vulneración del derecho al secreto profesional, entre otros delitos.
El fiscal ha explicado que se mostró a favor de las actuaciones, que también incluyen el decomiso de los dispositivos móviles a los dos periodistas, pues no era "solo el asunto del informe de la Agencia Tributaria, sino que se habían filtrado muchas cosas a lo largo de mucho tiempo". "Era un delito continuado", ha asegurado.
Así, ha detallado que conocían que las informaciones publicadas tenían su origen en funcionarios policiales pues "una foto que se filtra provenía de un 'chat' en el que solo intervenían policías".
Por otro lado, el juez Florit a preguntas de su abogado defensor José Zaforteza, ha explicado que pensó que "era más importante" averiguar el delito de revelación de secretos que el derecho al secreto profesional de los periodistas.
La causa se remonta al 11 de diciembre de 2018, cuando la Policía, por orden del juez, se incautó de los teléfonos móviles de dos redactores de Europa Press y 'Diario de Mallorca' para investigar el origen de informaciones periodísticas publicadas en relación al 'caso Cursach'.