MADRID, 29 Sep. (EUROPA PRESS) -
La Fundación Vida Silvestre Mediterránea ha reclamado ante el Defensor del Pueblo la revocación de una ley medioambiental de Baleares que rebaja la protección medioambiental en los espacios protegidos de las Islas porque asegura ahora se hará sin justificación científica alguna e incumpliendo legislación europea, nacional y autonómica.
Así, la FVSM advierte al Defensor del Pueblo de la inconstitucionalidad de la disposición final segunda de la Ley de Evaluación Ambiental de Baleares, que fue aprobada a finales de julio por vía de urgencia y publicada en el BOIB el 20 de agosto, porque vulnera diversos preceptos fundamentales de la Carta Magna así como la legislación europea, nacional y autonómica.
En concreto, la denuncia al Defensor del Pueblo advierte de que la modificación legislativa aprobada vulnera al menos cinco artículos de la Constitución Española: 9 (seguridad jurídica e interdicción de la arbitrariedad), 24 (tutela judicial efectiva), 45 (derecho al medio ambiente), 105 b) (audiencia pública) y 149.1.23 (competencia del Estado para dictar legislación básica en materia medio ambiental).
Al mismo tiempo, estima que también vulnera el artículo 37 (derecho al medio ambiente) de la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea en cuanto la medida afecta a la protección de la Red Natura 2000, vulnera los principios de las Directivas Habitats, ZEPA y de participación pública en planes y proyectos que afecten al medio ambiente, y vulnera el Convenio de Arrhaus ratificado tanto por España como por la Unión Europea", así como las estatales Ley de la Biodiversidad, la de Participación pública, entre otras autonómicas.
Por ello, reclama al Defensor del Pueblo que presente un recurso de inconstitucionalidad contra dicha modificación legislativa y exija a la comunidad autónoma de Baleares la revocación de dicha norma.
La organización explica que el cambio normativo rebaja la protección ambiental sin que sea obligatorio el trámite de información pública, que es necesario para modificar la legislación.
También solicita al Defensor del Pueblo que exija al Gobierno de la comunidad autónoma balear que revoque tal disposición por las "graves infracciones jurídicas y medioambientales" que ha supuesto su aprobación.
La queja ante la institución ha sido presentada por el presidente de la fundación, el ambientalista Jesús Garzón, impulsor de proyectos de conservación a nivel nacional e internacional.
La disposición citada modifica los usos de las Zonas de Exclusión (zonas de máxima protección medioambiental) y permite el acceso y la estancia en esas zonas vinculadas a actividades recreativas y de ocio.
Para la fundación, esto pone en "grave peligro" la preservación de numerosas especies autóctonas como el buitre negro, el halcón de Eleonora o el águila pescadora, que figuran como prioritarias para su conservación por diversas directivas de la Unión Europea, que precisamente ha invertido más de 900.000 euros en fondos comunitarios para la recuperación del buitre negro".
Estas zonas de exclusión apenas suponen el 2,98 por ciento del espacio natural protegido pero tienen el "máximo sentido" en Mallorca, que es la "única isla" del mundo en la que se crían numerosas especies, como el buitre negro.
Por ejemplo, la fundación apunta que desde que se incorporaron las zonas de exclusión al plan de ordenación de recursos naturales en Baleares (PORN) en 2007, la reproducción del buitre negro se ha triplicado y el halcón de Eleonora y el águila pescadora que se han recuperado desde que estas zonas fueron establecidas.
Un estudio de la Universidad de Alcalá encargado por la FVSM concluye "la nueva reglamentación producirá con toda seguridad efectos negativos significativos sobre el estado de conservación y la supervivencia futura de las especies más sensibles de la Sierra Tramuntana, en Mallorca".
Para la fundación el previsible deterioro de las zonas más sensibles para la conservación de la biodiversidad de estos espacios naturales será aún más grave en estos momentos de creciente masificación turística y con una notable ausencia de medios de vigilancia por parte de la Administración.
Entre los espacios naturales más afectados se encuentran algunas fincas que han supuesto el corazón de la recuperación de las especies amenazadas, mediante el acuerdo con organizaciones conservacionistas que han ayudado a gestionar esos espacios. Por ejemplo, la finca Ternelles, de la familia March, cuenta con una de las zonas donde se han descubierto numerosas especies nuevas para la ciencia en los últimos años y donde habitaron los últimos buitres negros cuando habían desaparecido de Mallorca.
Otras de las zonas es la finca Ariant, que fue donada de manera altruista a la Fundación Vida Silvestre para que sirva de núcleo de conservación de las especies de Baleares para las generaciones futuras.