PALMA, 30 May. (EUROPA PRESS) -
La gigante de la reina Esclaramunda ha regresado este lunes al Palacio del Consell de Mallorca después del proceso de restauración al que ha estado sometida para "recuperar la esencia" y también "la estabilidad", que es fundamental para garantizar la seguridad de quienes la llevan o la hacen bailar.
Según ha informado el Consell este lunes en nota de prensa, el proceso de restauración de la gigante de la reina Esclaramunda de Foix y los tres gigantes, el rey Jaume II, el rey San, y el rey Jaume III, que se realiza de manera escalonada, prevé finalizar en dos meses y tiene un coste que asciende a los 13.320 euros.
Así pues, este lunes ha abandonado el edificio de la institución el segundo gigante del grupo, el rey San, para pasar por el mismo proceso de restauración.
El conseller insular de Presidencia, Javier de Juan, ha valorado "muy positivamente" el resultado del trabajo realizado que permitirá al conjunto de figuras "volver a bailar". Así, ha recordado que el objetivo es que lo hagan en la Diada.
La indumentaria y los elementos ornamentales de la gigante de la reina Esclaramunda han recuperado su aspecto original, así como el conjunto de la figura, que se ha limpiado y repintado para mejorar su conservación, respetando el color, la expresividad y los elementos actuales. También se han reparado los desperfectos que tenían las telas, conservando el diseño actual.
El conseller insular del Departamento de Presidencia, Javier de Juan, ha agradecido, en este sentido, al maestro Mari Darius Portas (Kake)el trabajo realizado.
La gigante de la reina Esclaramunda de Foix y los tres gigantes, el rey Jaume II, el rey San, y el rey Jaume III, son el grupo de gigantes del Consell que desde el año 2000 han participado en numerosos encuentros, bailes y actos institucionales, aunque desde hace cuatro años, por motivos de seguridad no protagonizan ningún acto.
La altura del conjunto de gigantes es la misma, 3,85 metros, mientras que el peso es distinto. De esta manera, el gigante del rey Jaume II, que será el último en ir al taller, pesa 65 kilogramos; el de la reina Esclaramunda pesa 50 kilogramos, y el del rey San y el rey Jaume III, pesan 32 y 34 kilogramos respectivamente.