PALMA, 7 Mar. (EUROPA PRESS) -
La Guardia Civil continúa este martes los trabajos en una finca de la zona de la Porrassa, en Magaluf (Calvi, Mallorca), excavando el terreno dentro de la investigación por la desaparición de la joven Malén Ortiz el 2 de diciembre de 2013.
Efectivos de la Guardia Civil comenzaron este lunes, desde primera hora de la mañana, a inspeccionar esta finca. Se trata de unos terrenos junto a una Yeguada, que se encuentran en un punto cercano al recorrido que, según la reconstrucción realizada por la investigación, hizo la menor el día que desapareció.
En la primera jornada parte del operativo se empleó en prospectar el terreno con un martillo percutor, en un área con escombros y montículos de tierra y rocas. Después de perforar la tierra, se peinaban los puntos indicados con perros entrenados.
Aunque desde la Guardia Civil no se quieren dar detalles sobre las actuaciones para no perjudicar a la investigación, la actitud de los agentes sugería que en la primera jornada no se produjeron hallazgos significativos.
Sin embargo, este martes los esfuerzos parecen seguir concentrándose en este punto concreto de la finca, un área despejada entre la Yeguada y una edificación abandonada antes de la carretera.
En este punto se está trabajando con una excavadora y pueden verse más efectivos que en el primer día, algunos de ellos con bolsas o cámaras para documentar el proceso. Además siguen trabajando con perros y se han incorporado unidades del Grupo de Rescate de Montaña (GREIM).
Desde el Instituto Armado han insistido en que la búsqueda de Malén nunca se ha paralizado. Las fuentes consultadas por Europa Press aseguran que en los últimos años se han realizado más gestiones que no han trascendido a la opinión pública. En este sentido, en los últimos años se han conocido pocas novedades en relación a la desaparición de Malén Ortiz.
Malén Zoe Ortiz desapareció el 2 de diciembre de 2013, cuando tenía 15 años de edad. La menor fue vista en la rotonda de los piratas de Magaluf, cuando iba a comer a la casa de su novio en Son Ferrer, tras salir del instituto de Santa Pona.
Fue grabada por la cámara de seguridad de una gasolinera de la zona, tras bajar de un autobús, llevando su patinete verde. Vestía una camisa de cuadros y una chaqueta vaquera. Sin embargo, nunca llegó a su destino.
La búsqueda se hizo por tierra, mar y aire. Al principio se barajó la hipótesis de una desaparición voluntaria, pero posteriormente fue cobrando fuerza la de una desaparición forzosa.
Desde entonces, familiares y amigos de la joven han organizado concentraciones periódicas para que su recuerdo no caiga en el olvido.