Subraya que "en absoluto" recibió presiones en su trabajo por parte del Grupo Cursach
Explica que el juez Penalva decretó su ingreso en prisión "por riesgo de destrucción de pruebas", pero él no trabajaba en Cort "desde hacía meses"
PALMA, 22 Nov. (EUROPA PRESS) -
Un testigo que trabajó en el Ayuntamiento de Palma, desde 2007 hasta 2014, como inspector ha negado este martes, durante el juicio por el caso Cursach, que policías locales actuaran "por capricho" contra locales competencia del Grupo Cursach. "Eran intervenciones dentro de un conjunto".
Así lo ha explicado durante su declaración como testigo propuesto por la defensa del director general del Grupo Cursach, Bartolomé Sbert. Al comienzo, a preguntas del letrado Antonio Martínez, el testigo ha asegurado que, en su labor dentro de Cort, realizaba inspecciones y sancionaba a locales que incumplían la normativa vigente.
Incluso, ha afirmado que realizó inspecciones en locales del Grupo Cursach. Por ello, ha negado que "en absoluto" recibió presiones para favorecer a los locales de ocio nocturno propiedad del magnate Bartolomé Cursach.
Además de precisar que está personado como acusación particular en la causa judicial en el Tribunal Superior de Justicia de Baleares contra el juez Manuel Penalva, el fiscal Miguel Ánbel Subirán y el grupo de Blanqueo de la Policía Nacional, el testigo ha relatado que, antes de su detención, la prensa informaba de que estaba siendo investigado. "Era consciente de que un día u otro sería detenido".
Al día siguiente de su arresto, que se produjo el 4 de mayo de 2016, el testigo fue puesto a disposición judicial y declaró ante Penalva, Subirán y los dos policías nacionales del Grupo de Blanqueo. "Las preguntas eran periféricas. Pedí consignar en mi declaración que no había sido interrogado sobre ningún hecho del cuerpo de delitos de los que estaba siendo acusado, que tenían un ánimo económico", ha subrayado, a la vez que ha indicado que en ningún momento le aclararon los hechos que le imputaban.