PALMA, 11 Mar. (EUROPA PRESS) -
Una investigación realizada sobre la 'Xylella fastidiosa' destaca la resistencia a esta bacteria por parte de algunas variedades de viña y de almendro.
Los investigadores encargados del proyecto 'ITS2017-095 Diseño e implementación de estrategias de control frente a la Xylella fastidiosa' han presentado este viernes las principales conclusiones en una jornada celebrada en el Centre Bit Raiguer de Inca.
Este proyecto, financiado con el Impuesto del Turismo Sostenible (ITS), se divide en seis áreas de investigación, que han desarrollado la Universitat de les Illes Balears (UIB), el Instituto de Agricultura Sostenible del CSIC (IAS-CSIC), el Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentaria (IRTA) y el área de Agricultura de la Conselleria de Agricultura, Pesca y Alimentación.
Durante el acto de apertura, la consellera de Agricultura, Mae de la Concha, ha destacado que "el objetivo es transferir todo el conocimiento acumulado durante las investigaciones al sector para que la agricultura prospere en las Islas".
MAYOR AFECTACIÓN EN LAS VIÑAS COMERCIALES
Para llevar a cabo el proyecto se han evaluado dos tipos de cultivos: por un lado, una colección de variedades de viña y por otra, viñas comerciales.
El estudio determina que se ha detectado un mayor porcentaje de afectación en viñas comerciales. El comportamiento es desigual según la variedad, aun así, entre las menos afectadas destacan las variedades negra Mantonegro y blanca Chardonnay, y la más afectada es Giró ros.
En cuanto al almendro, se ha manifestado una menor presencia de la bacteria en la variedad Vairo y las más afectadas son la Corona y la Alzina. De acuerdo con el estudio, las condiciones de manejo del cultivo intervienen directamente sobre el grado de afectación de esta especie, y son especialmente destacables la variable hídrica y de fertilización.
EFECTO EN LA VEGETACIÓN SILVESTRE
La vegetación silvestre de Baleares ha sido también objeto de investigación y constata que se han localizado 18 especies silvestres sensibles a la bacteria, 10 de las cuales no se conocía hasta ahora que lo eran. Algunas de las especies sensibles son la estepa blanca (Cistus albidus), lavanda (Lavandula dentata) o el romero (Rosmarinus officinalis).
En cuanto a las plantas arbóreas, destaca el acebuche (Olea europea var. Sylvestris) y el fresno (Fraxinus angustifolia). Respecto de las especies endémicas, se ha detectado una afectación preocupante de la manzanilla de Mahón (Santolina magonica) en Menorca. De momento, no se ha detectado la bacteria sobre la encina (Quercus ilex).
COMUNIDADES FORESTALES
También se ha analizado la incidencia de la enfermedad dentro de las comunidades forestales. Los investigadores consideran que la 'Xylella fastidiosa' difícilmente entra dentro de la vegetación densa del acebuche y afecta especialmente zonas forestales periféricas más que a su interior.
En relación a la investigación sobre el conocimiento de los insectos vectores, se constata que de los aproximadamente 5.000 insectos potencialmente transmisores capturados y analizados en las cuatro islas, el 8% corresponde a 'Neophilaenus campestris' y el 92%, a 'Philaenus spumarius'. En la isla de Formentera, ninguno de los insectos ha resultado positivo.
Otro de los aspectos analizados es la incidencia de 'Xylella fastidiosa' en el cultivo del almendro mediante imágenes aéreas en Mallorca. Según el estudio, la correspondencia entre la presencia de síntomas visuales y la infección por 'Xylella fastidiosa' llega a una precisión global superior al 90%.
En cuanto a la caracterización de las poblaciones de la bacteria fitopatógena y la detección de la bacteria en diferentes vegetales, a nivel de subespecies, de las muestras recogidas, el 13% estaban afectadas por las subespecies fastidiosa, el 56% de la múltiplex y el 30% de la pauca (sólo presente en Ibiza).
El sector agrario ha estado presente en la presentación de los resultados de este proyecto, que ha tenido un coste 1,3 millones de euros. Según los investigadores, los próximos años la agricultura de Baleares no sólo se resignará a convivir con la bacteria, sino que desde un conocimiento más grande de la epidemiología de las enfermedades se podrá intervenir para minimizar su impacto en la agricultura y en menor medida en el medio forestal.