PALMA 10 Nov. (EUROPA PRESS) -
El juicio contra Pau Rigo, el anciano de Porreres (Mallorca) que mató a un ladrón que entró en su casa en febrero de 2018, y tres de las personas que planificaron y perpetraron el robo continúa este lunes con las declaración de los testigos.
En concreto, está previsto que a partir de la sesión de este lunes comiencen a comparecer los agentes de la Guardia Civil que acudieron al lugar de los hechos y que participaron en la investigación de los mismos.
Será el tercer día del juicio con jurado popular en el que el anciano, que entonces tenía 78 años, se enfrenta a una petición de cuatro años de prisión por parte de la Fiscalía. La acusación particular, que representa a la familia del asaltante fallecido, solicita que sea condenado a 10 años de cárcel.
El pasado viernes declararon los cuatro acusados. Mientras los dos vecinos de Campos que planificaron el robo admitieron los hechos que les imputa la fiscal --con el objetivo de ver rebajada su condena--, hubo discrepancias entre la versión ofrecida por el asaltante que conservó la vida y Rigo.
El octogenario aseguró que los ladrones, hermanos entre sí, le golpearon en repetidas ocasiones y que eso, sumado a que pensaba que buscaban más dinero del que realmente tenía y que había sufrido un robo con violencia meses antes, le hizo temer por su vida y la de su mujer.
Según su relato, cogió una escopeta --que tenía cargada-- con la intención de amedrentar a los asaltantes para que se marcharan de su vivienda. No obstante, dijo, uno de ellos se le abalanzó y trató de golpearle en la cabeza con una pata de cabra, ante lo que disparó "a bulto".
Por su parte, el asaltante negó que el robo se produjera con violencia y que su hermano tuviera intención de golpear a Rigo con el citado hierro. Al subir del sótano, donde se encontraba la caja fuerte que saquearon, se encontraron con el anciano apuntándoles con la escopeta.
"Estoy segurísimo de que él no quería que pasara lo que pasó. Soy consciente de que fui el provocador, me equivoqué, pero pienso que ese arma no tendría que haberse disparado", apuntó el ladrón, para quien la Fiscalía pide seis años de prisión y su defensa solo uno.