PALMA DE MALLORCA 22 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Juzgado de lo Penal número 4 de Palma juzga este martes y viernes a partir de las 09.30 horas a un trabajador del Grupo Cursach que presuntamente amenazó a un testigo protegido del 'caso Policía Local', que está siendo investigado por el juez Manuel Penalva.
Según el escrito de acusación, días después de la declaración por este caso en marzo de 2017 por parte del testigo protegido, el encausado, M.C.S., manifestó a un conocido suyo y en referencia a él que "quitaría de en medio al mariquita de Tito's".
En concreto, dijo -según se puede leer en el escrito- que "lo planeaba de dos maneras: meterlo en un coche y tirarlo por un puente simulando suicidio o simular un ahorcamiento... que ya lo había hecho en otras ocasiones y que como coartada sacaría un billete a Ibiza el mismo día".
Estas manifestaciones tenían como objetivo que la información llegara a oídos del testigo ya que tanto a quien se la dijo como la camarera que escuchaba la conversación "tenían relación fluida" con él, cosa que el acusado "conocía plenamente", explican desde el Ministerio Fiscal.
Asimismo, el escrito recoge que el acusado, durante varios días de marzo, se presentó en las inmediaciones del domicilio del testigo "acechándole y haciendo notar su presencia" para intimidarlo. "En ocasiones, este acusado iba acompañado de otras personas de su misma nacionalidad -rumana- para atemorizarle aún más", explican.
Por otro lado, a otra persona, con quien compartía celda el investigado en el Centro Penitenciario de Palma, le dijo que "escarmentaría al testigo por haber declarado en la causa" y "que si estaba en la cárcel era por su culpa (la del testigo protegido) y que cuando lo pillara se iba a enterar... que lo iba a quitar de en medio y a matar".
Desde la Fiscalía se considera que estas manifestaciones y otros comentarios, tenían por objeto que se "sintiera intimidado" y que no declarase "en el procedimiento judicial no declarase contra los intereses de Grupo Cursach Ocio".
Además, el testigo también habría sufrido "seguimientos en centros comerciales, en la vía pública y en las inmediaciones de su casa" y, por otra parte, habría recibido en su buzón "mensajes anónimos con cruces dibujadas y con "literales tales como, R.I.P".
Debido a esto, la Fiscalía le pide tres años de cárcel y 16 meses de multa a razón de 30 euros de cuota al día.