PALMA, 22 Ago. (EUROPA PRESS) -
Un juzgado de instrucción de Manacor ha ordenado este jueves la libertad con cargos y sin medidas cautelares para los cuatro detenidos y acusados de forman una banda de carteristas que actuaba en el centro de Palma y que fue desarticulada en Campos, aunque la Policía Nacional va tras la búsqueda de otros tres individuos.
El supuesto clan habría llegado a sustraer más de 20.000 euros en Mallorca en sus acciones delictivas.
Esta actuación se ha llevado a cabo en colaboración con la Policía Local de Palma para desarticular a este presunto grupo criminal dedicado a la perpetración de hurtos, según ha explicado la Policía Nacional en un comunicado.
Los agentes de la Policía Nacional detectaron la presencia en el centro de Palma de varios integrantes de un grupo criminal muy especializado con carácter itinerante. Estas personas residían en una finca en la localidad de Campos y actuaban zonas de gran afluencia de personas en Palma y otras localidades de la Part Forana.
Los integrantes actuaban en grupos de forma coordinada, con un claro reparto de tareas y desde la finca organizaban su actividad delictiva para después desplazarse a los lugares donde perpetraban los robos, fundamentalmente a turistas de mediana o avanzada edad. Para ello, alquilaban vehículos por periodos cortos de tiempo que cambiaban de marca, modelo y color.
Los posibles autores de los hechos se camuflaban como turistas y se dividían en pequeños equipos de dos o tres personas, que se mezclaban para dificultar la investigación y, llegado el caso, confundir a los testigos y perjudicados.
En primer lugar, uno de los integrantes se situaba delante de las víctimas para ralentizar su marcha mientras otro, conocido en el argot policial como 'picador', se situaba detrás y sustraía la cartera.
Una vez robada, se la pasaba inmediatamente a otro de los investigados que abandonaba el lugar apresuradamente, para desprenderse de la cartera y quedarse con el dinero y las tarjetas bancarias. En ese intervalo, otros miembros hacían labores de contra vigilancias para detectar la presencia policial.
En numerosas ocasiones, otro miembro del grupo hacía entrega de la cartera a la víctima para hacerle creer que se le acaba de caer al suelo. Mientras tanto, otros miembros del grupo permanecían en los coches de alquiler para facilitar una rápida huida en caso de ser detectados.
Algunos de los miembros del grupo hacían uso de las tarjetas bancarias sustraídas con extracciones de dinero o compras. En uno de los casos, una de las víctimas denunció que le efectuaron cargos por importe de más de 4.000 euros.
Una vez que los investigadores obtuvieron las pruebas necesarias, llevaron a cabo una entrada y registro en la finca donde residían con el apoyo de guías caninos especializados en la detección de dinero y medios aéreos.
Allí, los agentes consiguieron intervenir divisas de hasta 13 países, como Vietnam, Corea del Sur, Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Israel o Suiza, entre otros.
Además localizaron tres teléfonos móviles de alta gama, uno de ellos sustraído a una mujer cuando bajaba de un autobús en Palma y de los otros dos se hacen gestiones para localizar a sus propietarios.
En la vivienda se localizaron a cuatro miembros del grupo, dos hombres y dos mujeres de origen rumano, que fueron detenidos como presuntos autores de los posibles delitos de integración a grupo criminal y hurto continuado.
Los beneficios obtenidos por los investigados superan los 20.000 euros entre las cantidades que han enviado a su país y lo que se ha intervenido en la operación. A esta cuantía hay que sumarle el dinero extraído en cajeros o compras, como por ejemplo, los 4.000 euros citados.