"El conseller estaba ocupado en la tramitación de la ley turística", afirma el secretario del Consejo de Administración de PortsIB sobre el papel de Delgado en el concurso de Calanova
PALMA, 26 Nov. (EUROPA PRESS) -
El que fuera secretario general de la Conselleria de Turismo y secretario del Consejo de Administración de PortsIB, Joaquín Legaza, ha asegurado este martes durante la segunda sesión del juicio por el caso Calanova que desconocía que Carlos Gelabert, socio y administrador de Port Olímpic, sociedad beneficiaria en la adjudicación del puerto deportivo, era amigo personal del exconseller Carlos Delgado.
En la Sección Segunda de la Audiencia Provincial sigue este martes el juicio por el caso Calanova, que sienta en el banquillo al conseller de Turismo entre 2011 y 2013 durante la presidencia de José Ramón Bauzá y a otras cinco personas por presuntas irregularidades en la adjudicación del puerto deportivo Calanova en 2013.
En su declaración como acusado, el que fuera mano derecha de Carlos Delgado ha insistido en que no sabía que el exconseller y Gelabert eran amigos y que incluso, a pesar de su relación de confianza ya que habían trabajado juntos desde los tiempos de Delgado en el Ayuntamiento de Calvià, desconocía que el exconseller estaba siendo asistido durante un proceso de divorcio por quien acabaría beneficiado del concurso.
El que fuera secretario de la Conselleria ha reconocido que el finalmente adjudicatario le realizó una consulta en relación al procedimiento, aunque ha explicado que lo remitió rápidamente al departamento de contratación y que, además, las consultas las hiciera por escrito "porque las palabras se las lleva el viento".
El acusado ha defendido en todo momento la legalidad del procedimiento por el que la gestión de Calanova acabó siendo adjudicado a Port Olímpic, ratificando, además, lo dicho por Delgado durante la primera sesión, en relación a su participación en el procedimiento y a su deseo de que se hubiera hecho por subasta.
"Él me dijo que no quería jaleos ni problemas, que quería que se hiciera por subasta y al mejor postor económico y con fórmulas matemáticas para que no fuera discutible". El secretario ha señalado que, siguiendo la práctica habitual, el procedimiento estaba delegado en el conseller, aunque Delgado no estuviera siguiendo directamente el proceso.
"No le molestaba con la tramitación de los expedientes. Él estaba más ocupado con la tramitación de una nueva ley de turismo", ha incidido. De hecho, la propuesta de adjudicación a Calanova va firmada por el conseller aunque, ha defendido el acusado, fue preparada por los departamentos jurídico y de contratación.
El declarante ha negado, por otra parte, que en la valoración económica se tuvieran en cuenta, al margen de las tarifas del cuadro de amarres recogidas en las bases, algunas mejoras a futuro propuestas por la licitante y que elevaban la propuesta de canon respecto a las otras ofertas. "Las variantes no se valoran y no se valoraron. Sólo se valoró lo referido al pliego", ha afirmado. La cuestión sobre el cuadro de amarres ha centrado buena parte de los interrogatorios de las acusaciones. La licitante había incluido su intención de hacer modificaciones cuatro años más tarde, aunque este extremo, ha insitido el procesado, no se valoró en la oferta económica.
Fiscalía pide para el exconseller una condena de inhabilitación y un año y nueve meses de prisión por los delitos de prevaricación y tráfico de influencias. También reclama el pago de una multa de 1,1 millones de euros. Para el resto de los acusados se reclaman igualmente penas de cárcel similares y multas también por encima del millón de euros.