PALMA DE MALLORCA 11 Sep. (EUROPA PRESS) -
El ex presidente del Govern, Jaume Matas, ha afirmado ser "el responsable político" de encargar la construcción del Palma Arena pero ha dicho que no fue él quien pidió la elaboración del proyecto a la fundación Illesport, que estaba a cargo del que fuera el director general de Deportes, José Luis 'Pepote' Ballester.
En respuesta a la fiscal Anticorrupción, Laura Pellón, durante el cuarto juicio dentro de la macrocausa del Palma Arena, Matas ha señalado como "responsables a todos los miembros de la contratación" y ha explicado que los "administrativos" consideraron que la fundación era la "mejor" opción.
Respecto a una posible contradicción señalada por la fiscal, en su primera declaración, Matas ha dicho: "Si me permite, hace muchísimos años de estas declaraciones en sede judicial y pude cometer algún error". "No tengo el recuerdo de llevar al Consell de Govern o encargar el proyecto a la fundación Illesport", ha expresado.
Sobre esta infraestructura, ha dicho que era un proyecto "muy relevante" debido a "la apuesta" de su Ejecutivo por la "desestacionalización turística" y ha comparado la celebración del mundial de ciclismo de 2007 con la celebración de unos juegos olímpicos.
Así, ha justificado esta construcción, "una iniciativa municipal" debido a que el mundial era "un gran acontecimiento internacional" y tenía que desarrollarse "con éxito, como así fue"; existía un "déficit muy importante en Palma de este tipo de infraestructuras" y se quería dar "un espaldarazo" al "ciclismo en pista".
En concreto, Matas se enfrenta a una pena de cárcel total de cuatro años -le piden dos años por cada pieza- por los delitos de prevaricación, fraude y falsedad documental.
Ballester también está sentado en el banquillo por este juicio que está previsto que se extienda hasta el viernes. Se le imputan los mismos delitos aunque la pena es de un total de seis meses de cárcel (sustituible por una multa de 1.000 euros)
Esta es la cuarta vez que Matas se sienta en el banquillo tras el juicio por el caso Nóos, el de los discursos escritos por el periodista Antony Alemany y por la contratación ficticia de su mujer, Maite Areal, en el hotel Valparaiso.