PALMA 10 Dic. (EUROPA PRESS) -
MÉS per Palma ha solicitado al Ayuntamiento de Palma que destine 500.000 euros a subvencionar el cambio de las galeras de caballos por unas eléctricas.
La formación ecosoberanista ha hecho esta petición en el Día Mundial de los Derechos de los Animales, con la que trata de "proteger a los caballos de las galeras" y "avanzar hacia una movilidad ética y sostenible", según ha indicado en un comunicado.
Además, MÉS ha presentado otra serie de propuestas que se debatirán en el Pleno municipal, como destinar un millón de euros al rescate de las licencias de las galeras y, como medida transitoria, establecer una normativa que proteja a los caballos para "poner punto y final al sufrimiento animal".
Esta nueva norma pasaría por prohibir la prestación del servicio en condiciones climatológicas extremas y fijar en los 16 años, la edad máxima que pueden tener los caballos de las galeras.
"En un día tan significativo, es imprescindible que Palma demuestre que es una ciudad moderna y compasiva. No se puede mirar hacia otro lado mientras los caballos sufren condiciones extremas y explotación", ha declarado la portavoz de MÉS per Palma, Neus Truyol.
Esta demanda ahora cuenta también con el apoyo del Consejo de Niños y Adolescentes de Palma, que se reunió el pasado 21 de noviembre y pidió a Cort que "pusiera fecha de caducidad a esta práctica y que protegiera a los caballos".
MÉS ha recalcado que Palma es una de las "pocas ciudades" que todavía mantiene este modelo "arcaico" de transporte, que "afecta tanto a los animales como a la imagen de la ciudad". Además, MÉS ha exigido al gobierno municipal del PP que haga cumplir la ley.
"A menudo se ven casos de incumplimientos de la normativa actual que vulneran los derechos de los animales y, cada año, un determinado número de galeras comete infracciones graves e incluso lo hacen de forma reiterada. En estos casos se debe quitar la licencia porque todo el mundo debe cumplir las normas", ha declarado.
Truyol ha criticado al equipo de gobierno del PP por su "inacción", ya que, a su juicio, el alcalde de Palma, Jaime Martínez, habla mucho de "modernizar Palma pero avala prácticas arcaicas que arrastran a la ciudad al pasado".