PALMA DE MALLORCA, 27 Feb. (EUROPA PRESS) -
Los policías que requisaron el teléfono móvil de la periodista de Europa Press Blanca Pou han admitido este jueves que ésta invocó el derecho al secreto profesional para no revelar a sus fuentes. El caso se remonta a diciembre de 2018, cuando la Policía se incautó de distintos efectos electrónicos en la sede de la agencia de noticias en Baleares para investigar el origen de informaciones periodísticas publicadas en relación al 'caso Cursach'.
En la sesión de tarde del juicio del 'caso Móviles', que se celebra este jueves en el Tribunal Superior de Justicia de Baleares (TSJIB), han declarado los policías que intervinieron en el decomiso del móvil, dos ordenadores y otro material en la sede de Europa Press en Baleares y, sobre este aspecto, se han manifestado en un sentido similar.
Por otro lado, el inspector jefe de la Policía que, en el marco de este caso, pidió la incautación de móviles a Pou y a Francisco Mestre, un periodista de 'Diario de Mallorca', así como los rastreos de sus llamadas, ha manifestado en su declaración que en los listados telefónicos de Pou no se esperaba encontrar el número de teléfono del compañero que había contactado con la periodista. Preguntado por si se llevó una sorpresa, ha dicho: "Sí, no me lo esperaba".
Asimismo, ha declarado la delegada de Europa Press en Baleares, Antonia López, quien estuvo presente en el registro a la redacción y ha relatado que los agentes se encerraron en su despacho con Pou, dejándola a ella fuera y sin explicar nada y que solo cuando salieron del despacho pudo ver el auto del juez y saber que se habían incautado del móvil de su redactora.
De esta manera, ha dicho que habló con la central de Europa Press en Madrid, desde donde le recomendaron que no facilitaran el móvil y así lo trasladó a la secretaria judicial, a lo que esta le contestó: "Si os han dicho eso, os han asesorado mal".
Por su lado, la directora del 'Diario de Mallorca', Maria Ferrer ha contado que Mestre, que previamente ha explicado haberse visto afectado a nivel familiar y personal, "no ha vuelto a pisar los edificios judiciales en representación" del periódico y que va a costar meses o años recuperar el valor añadido que aportaba Mestre.