PALMA, 6 Mar. (EUROPA PRESS) -
El precio de la vivienda en Baleares y Canarias ha experimentado en febrero un crecimiento del 3,4% respecto a febrero de 2022 y un 1,6% respecto al mes anterior, según la estadística Tinsa IMIE General y Grandes mercados.
Según los mismos datos, los datos del segundo mes del año en ambos archipiélagos son jun 32,9% superiores a los mínimos postcrisis y un 9,8% más bajos respecto a los máximos alcanzados en el periodo 2007-2008.
En toda España, el precio de la vivienda, según los mismos datos, se ha estancado en febrero tras acumular varios meses de desaceleración en su crecimiento, con un índice de precios que ha registrado un ligero descenso mensual del 0,1%, aunque se mantiene un 6,4% por encima de las cifras de 2022.
La caída de precios en febrero ha sido más acentuada en la región de la costa mediterránea (-0,8%) y en las localidades de menor tamaño del interior y costa atlántica (-0,5%).
En las capitales, grandes ciudades y áreas metropolitanas el ajuste apenas ha alcanzado el 0,1%, mientras que el precio de la vivienda solo se ha revalorizado en las islas, con un incremento mensual del 1,6%.
Por el contrario, respecto a los valores que se registraban en febrero de 2022, el precio de la vivienda nueva y usada ha aumentado en febrero en toda la geografía española. Las áreas metropolitanas han registrado el mayor incremento interanual, un 7,9%, seguidas de las capitales y grandes ciudades (+6,5%).
Por debajo del crecimiento medio del Índice General de Tinsa (+6,4%) se encontraron los municipios de menor tamaño (+6%), la región de la costa mediterránea (+4,5%) y los archipiélagos (+3,4%).
"La erosión acumulada de la inflación en el poder adquisitivo de los hogares y el incremento del coste de la financiación limita la demanda general, especialmente en aquellos hogares con rentas más bajas", ha apuntado la directora del Servicio de Estudios de Tinsa, Cristina Arias.
Sin embargo, la directiva ha negado que la subida del Euríbor y su efecto sobre el mercado hipotecario vayan a provocar un "deterioro preocupante de la capacidad de pago de las familias".
Por otra parte, la vivienda nueva y usada ha registrado un descenso acumulado del 20,9% respecto a los precios récord observados en 2008, una caída que se ha acentuado aún más en la región mediterránea (-31,4%), los municipios más pequeños (-29,2%) y las áreas metropolitanas (-23,1%).