PSIB y MÉS per Palma aseguran que la nueva oficina de vivienda "no afronta la raíz de la crisis habitacional"

Calle General Riera de Palma.
Calle General Riera de Palma. - AYUNTAMIENTO DE PALMA
Publicado: miércoles, 30 octubre 2024 15:08

PALMA 30 Oct. (EUROPA PRESS) -

PSIB y MÉS per Palma han criticado la creación de la nueva Oficina de Atención Integral a la Vivienda y Antiocupación del Ayuntamiento de Palma, de la que han afirmado que "no afronta la verdadera raíz de la crisis habitacional" que sufre la ciudad.

Los socialistas han señalado que la decisión de PP y Vox de eliminar la oficina antidesahucios y fusionarla con la nueva oficina antiokupación, representa un "giro preocupante en la política de vivienda en Palma", según ha planteado portavoz del PSIB en el Consistorio, Xisco Ducrós.

Para el PSIB, su eliminación en favor de una nueva oficina que, en esencia, "responde más a un eslogan político que a una herramienta eficaz", demuestra el "nulo interés" de PP y Vox de "desarrollar medidas reales para afrontar la crisis de vivienda que afecta a Palma".

Desde el PSIB, han reivindicado que la oficina antidesahucios, desde su creación en 2015, ha demostrado ser una herramienta "efectiva" para ayudar a "las familias en riesgo de perder su casa, al ofrecer apoyo legal y recursos para evitar desahucios".

"Esta decisión de PP y Vox pone en riesgo los avances conseguidos en la protección de los derechos de los inquilinos y las familias vulnerables, al tiempo que desvía la necesaria acción urgente de políticas que fomenten el acceso a vivienda asequible y la regulación del mercado de alquiler", ha detallado.

El PSIB de Palma ha propuesto diferentes medidas para hacer frente al problema de la vivienda como la regulación de los precios de alquiler, que permitiría reducir una media de 950 euros al mes los alquileres, la compra de viviendas por parte del Ayuntamiento por valor de 30 millones de euros y el desarrollo de proyectos de construcción de vivienda pública, además de la prohibición del alquiler vacacional en unifamiliares.

"Con la nueva oficina Antiokupación queda claro que PP y Vox renuncian a abordar con un proyecto integral y eficaz uno de los principales problemas de la ciudadanía. Lamentablemente, sin medidas concretas que atiendan a la disponibilidad y el acceso a la vivienda, esta iniciativa no hará más que perpetuar la crisis habitacional en Palma", ha aseverado Ducrós.

"RENDICIÓN DEL PP A LOS CAPRICHOS DE LA EXTREMA DERECHA"

Por su parte, la portavoz de MÉS per Palma, Neus Truyol, ha aseverado que la apertura de la nueva oficina es una "rendición del PP y el alcalde de Palma, Jaime Martínez, a los caprichos de la extrema derecha".

"Mientras que esta iniciativa se centra en una respuesta policial al problema de la okupación, los verdaderos dramas para los residentes son la especulación y los precios desorbitados de los alquileres, que hacen que cada vez más familias tengan que abandonar la ciudad", ha explicado.

La representante ecosobreranista ha remarcado la necesidad de aplicar medidas que "realmente protejan el derecho a la vivienda", ya que, a su juicio, "no se puede centrar la política de vivienda en la antiocupación cuando la especulación expulsa a los residentes".

"Palma necesita medidas efectivas para regular el mercado y garantizar que todo el mundo tenga acceso a un hogar digno y asequible", ha declarado.

Ante la escalada de precios, MÉS per Palma propone la aplicación de la Ley estatal de Vivienda para limitar los precios de los alquileres en las zonas con mucha demanda y poca oferta, de esta forma han afirmado que se "evitaría que los precios suban hasta niveles insostenibles para las familias".

Para combatir la especulación, plantean la aplicación de un impuesto a las viviendas vacías, con el objetivo de "fomentar que estas propiedades se pongan en el mercado de alquiler, al aumentar la oferta disponible y aliviar la presión sobre los precios".

De igual modo, también proponen crear un parque de vivienda social suficiente para cubrir las necesidades de las familias con menos recursos o limitar el número de viviendas destinadas a alquiler turístico.

"Las viviendas no pueden seguir siendo un bien de especulación. Es el momento de priorizar el bienestar de los residentes y asegurar que Palma sea una ciudad para vivir, no un espacio cada vez más inaccesible para sus gentes", ha concluido Truyol.

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