PALMA DE MALLORCA 12 Jun. (EUROPA PRESS) -
El punto verde situado en el Polígono de Son Castelló superó por primera vez durante el mes de mayo los 5.500 usuarios, unas 175 visitas diarias, y registró más del triple de residuos recogidos con respecto al mismo mes del año anterior.
Asimismo, según ha explicado en una nota informativa Emaya, durante mayo empezaron las obras para modernizar y cuadruplicar la superficie del punto verde.
La subida de usuarios se ha ido produciendo progresivamente desde el mes de enero de 2016, cuando se autorizó el uso del punto verde por parte de las empresas, siempre que depositen residuos asimilables a residuos domésticos, que no sean el resultado de su actividad industrial, para la cual requieren contar con un gestor autorizado.
En cuanto a la cantidad de residuos depositados por los usuarios, este mes de mayo de 2017 han sido 705 toneladas, mientras que el mayo de 2016 fueron 220 toneladas.
Todos los tipos de residuos han experimentado incrementos, los residuos voluminosos (230 toneladas), los escombros (345 toneladas), la chatarra (26 toneladas), los aparatos eléctricos (88 toneladas) y los materiales que se recogen en más pequeñas cantidades, como los productos peligrosos, las pilas o fluorescentes.
Además, debido a la demanda ciudadana existente, recientemente se han ampliado los residuos permitidos en los puntos verdes, aceptando también extintores y pequeñas bombonas de gas.
Para que el punto verde sea también un núcleo de concienciación y promoción del reciclaje durante junio, para fomentar la separación de los residuos, se entregará a los usuarios de los puntos verdes bolsas de reciclaje.
OBRAS DE REMODELACIÓN
Las obras de remodelación y ampliación del punto verde de Son Castelló incluyen el aumento de terreno disponible que pasará de los 895 metros cuadrados de superficie actual a los 3.139 metros cuadrados, siendo el mayor punto verde de la isla.
En la nueva instalación, los usuarios podrán depositar sus residuos en algunas de las 15 cajas habilitadas: voluminoso, escombro, papel y cartón, poda, electrodomésticos y chatarra, entre otros.
Igualmente, se creará un circuito cerrado de descarga para que los ciudadanos puedan depositar los residuos en altura, hecho que facilitará su manipulación.
En cuanto a los residuos peligrosos, se contará con un espacio cerrado para depositarlos como por ejemplo baterías, tubos fluorescentes o botes de pintura y disolvente.
También se habilitará una zona para almacenamiento, de uso exclusivo de Emaya y se podrá cumplirá con la legislación actual en materia de residuos, como por ejemplo el nuevo Real decreto 110/2015, sobre residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, entre otros.
Además, habrá un espacio de preparación para la reutilización para todo tipo de residuos que puedan tener una segunda vida y se creará un aula de educación ambiental.