IBIZA 31 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Sindicato de Inquilinas de Ibiza ha mostrado su "total repulsa" a los hechos que han sucedido este miércoles en el desalojo de Can Rova, donde habitaban alrededor de 150 personas trabajadoras, menores incluidos.
En un comunicado de la entidad, han explicado que los afectados son familias trabajadoras que, debido a la "extrema" situación de la vivienda en Ibiza, se han visto forzadas a instalarse en una parcela con caravanas, casetas o tiendas de campaña, a cambio de un pago a la propiedad por un trozo de parcela donde instalarse con acceso a agua y luz.
Según han lamentado, el Ayuntamiento de Santa Eulària des Riu no ha ofrecido a los afectados "ningún tipo de solución real" al "negarse, en los últimos meses, a declarar el municipio como tensionado".
Desde el sindicato han censurado la "nula gestión" que se hace en materia de vivienda por parte de todas las instituciones de la isla, ante la "negativa" a aplicar la Ley de Vivienda y han señalado que las "pocas regulaciones" que aplica el Govern solo sirven para "poder generar notas de prensa" y han conducido a la "peor de la crisis de vivienda, que convierte a Ibiza en un sistema insostenible para la vida".
La organización ha añadido que este año las personas que viven en caravanas y tiendas de campaña viven una "persecución policial sin precedentes", algo que han calificado como una "declaración de guerra" a las personas trabajadoras de Ibiza por haber usado un "ejército de policías" para expulsarlas de un descampado.
El colectivo ha exigido que todos los municipios de Ibiza se declaren "tensionados turísticamente", que apliquen la Ley de la Vivienda en su totalidad, que se eliminen los pisos turísticos legales e ilegales y el cese de la persecución policial.