"Si Cursach y Sbert admiten estos hechos y su culpa, no pido ninguna reclamación económica y pena de prisión", insiste
Asegura que intentó tratar con Sbert para solucionar el conflicto, pero lo trataron como "si fuera un payaso": "Se reían de mí en mi cara, me escupían, me pegaban..."
PALMA, 17 (EUROPA PRESS)
Un trabajador de Magaluf, que ha declarado este jueves como testigo en el juicio por el caso Cursach, ha señalado trato de favor por parte del Ayuntamiento de Calvià al Grupo Cursach. "Quiero que admitan la culpa, estos hechos pasaron. Si Cursach y Sbert admiten estos hechos y su culpa, no pido ninguna reclamación económica y pena de prisión".
Se trata de uno de los testigos citados por la acusación particular de Magaluf Boulevard, Bover y Pedreira, que mantiene el litigio en el juicio por la puesta de unas vallas por parte del Grupo Cursach a la espalda de la discoteca BCM que supuestamente impedían el paso de clientes a la plaza Pitiusas, donde estaban los locales perjudicados.
Notablemente emocionado por la deriva económica que ha sufrido en estos años, este hombre ha asegurado que intentó solucionar el conflicto con el director general del Grupo Cursach, Bartolomé Sbert, pero le trataron como "si fuera un payaso". "Se reían de mí, me escupían, me pegaban...", ha añadido.
En concreto, el testigo ha detallado que el Grupo Cursach colocó diferentes vallas entre los años 2014 y 2016 que dividían la plaza Pitiusas. "No estaban situadas siempre en el mismo sitio, se movían a voluntad del Grupo Cursach", ha asegurado.
Además de indicar que su empresa colocaba vallas en invierno para impedir el paso de personas mientras los locales estaban cerrados, ha subrayado que la discoteca BCM, cuyo propietario es el empresario Bartolomé Cursach, empezó un "conflicto comercial con intensidad" por lo que "empezamos a interponer quejas porque se incumplía el plan de evacuación".
Sin embargo, ha afirmado que el Ayuntamiento de Calvià no sancionó pese a que "había incumplimiento de normativa". "Mis sanciones se ejecutaban y a veces esperaba dos horas para tener una reunión, mientras Sbert se reunía nada más llegar", ha asegurado, para después añadir: "El Ayuntamiento cerró la discoteca BCM cuando yo estaba en la más absoluta indigencia".
Respecto a las reuniones en el Ayuntamiento de Calvià, ha destacado que acudía "desesperado" a Jaime Nadal, ex director general de Turismo, Comercio, Actividades y Litoral del Ayuntamiento de Calvià quien está en el banquillo de los acusados pese a que el Ministerio Fiscal no acusa pero sí la acusación particular de Pedreira. "A veces no tenía tiempo para atenderme y me citaba dos semanas después".
Igualmente, ha indicado que el Ayuntamiento empezó a actuar a finales de 2016 y entrado 2017, que era cuando la empresa para que la trabajaba "ya estaba en la ruina". "Las medidas contra las vallas se tomaron en agosto de 2016 y en septiembre me quitaron mi casa. Sólo vengo a pedir justicia porque esto pasó, la administración local no hizo nada", ha asegurado.
De hecho, el testigo ha remarcado que, como consecuencia, sigue en tratamiento por depresión y ansiedad. "Perdí mi hipoteca en Palmanova, mi piso en República Checa, tenía las cuentas embargadas y todavía sigo pagando", ha destacado, para reiterar su petición porque no tiene "ganas de venganza": "No quiero penas de prisión ni para Cursach ni para Sbert, sólo quiero que admitan la culpa".