PALMA, 9 May. (EUROPA PRESS) -
El antiguo testigo protegido número 26 del caso Cursach, un trilero de la zona del Arenal, ha confesado este jueves en la Audiencia Provincial que mintió en sus declaraciones incriminando al empresario Bartolomé Cursach y ha aceptado una condena de dos años y medio de cárcel.
El hombre ha admitido que prestó conscientemente declaraciones falsas en varias ocasiones, acusando a Cursach y al exdirector del Grupo empresarial, Bartolomé Sbert, de traficar con droga en sus locales y de sobornar a policías con sexo, drogas y alcohol.
La Sección Segunda de la Audiencia ha celebrado por la mañana una vista donde la defensa, ejercida por el abogado Llorenç Gomila, ha alcanzado un acuerdo con la Fiscalía y las acusaciones particulares. Han intervenido el fiscal Anticorrupción Juan Carrau y los letrados Enrique Molina y Antonio Martínez, abogados de Cursach y Sbert, respectivamente.
En virtud de este acuerdo, el hombre ha admitido su culpabilidad y asumido una pena de seis meses de prisión y multa de 90 euros por delito continuado de falso testimonio, y dos años de cárcel por dos delitos de detención ilegal, como cooperador necesario. Se le han reconocido dos atenuantes: de confesión y de adicción a sustancias estupefacientes.
Con todo, el hombre evitará la cárcel ya que se le ha concedido una suspensión de la pena por cinco años. Para poder acogerse a ella deberá abonar una multa de 240 euros.